1950. Louis es auxiliar de enfermería en el famoso hospital psiquiátrico de Wickendale, cuando un nuevo paciente consigue llamar su atención por completo, despertando sentimientos no requeridos y nerviosos escalofríos en sus huesos. Harry Styles es ingresado, en la institución con mejor rendimiento en cuanto a enfermos mentales, diagnosticado con trastornos psicópatas y enfermizos tras haber cometido un crimen atroz y espeluznante. Styles no tardará en fijar sus descabellados y fríos ojos verdes en el pequeño e inocente cuerpo de Louis, incluso aún sabiendo que podría volverse más loco de lo que estaba, no dudaría en acercarse a él. Siendo su única vía de escape. Louis dudará sobre su culpabilidad provocando desenvolver la oscura tapadera de todos los secretos que esconde Wiclendale. Por que al fin y al cabo, todos en este hospital están un poco locos.