Cada pieza era importante, a él le gustaban todas. Jugar era su pasatiempo y probar el dulce placer de la seducción también. Cada pieza de sus cuerpos era esencial, las necesitaba, escucharlas gritar de placer y terror, como un animal feroz degollando a una débil presa. El infierno estaba ahí, entre sus manos, mostrando el arte para matar junto a lo insano de su vivir, y cuando ella llegó, él lo supo, era la pieza que faltaba en su rompecabezas. Vivir en un mundo corrompido siempre trae sus placeres, aunque consuman cada parte de tu cuerpo y las sombras se desplacen por las paredes de aquel matadero que llamas "hogar". VIEKILIG © KALU Be original and not a copycat.
7 parts