-Quiero tocarte ahora que tengo la oportunidad. Musito en un hilo de susurro al ver sus paliduchas manos enormes, tan humanas como su voz. Dos almas gemelas, en sus vidas pasadas, se habían jurado eternidad, por medio de una promesa mútua en dónde juraban encontrarse en sus vidas restantes y quedarse juntas, formándose uno solo, destinándose a pertenecerse, en la eternidad y duración por el resto de sus vidas siguientes, formando yá parte de su destino el encontrarse tercamente por la vida hasta terminar juntos. No contaban con que uno de ellos tendría dificultades en el viaje del renacimiento y rencarnaría en un gato negro, cuerpo que le daría la bienvenida a su siguiente vida, misma vida en la que su alma gemela es un humano y él.. un gato. La vida ciertamente no es fácil para nadie. Así que el gato sin saber porque se sentía tan atraído hacia el hermoso humano que por primera vez vio caminando por las calles, durante semanas intenta acercarse al chico para saber la respuesta a su curiosidad. Y como dicen.. la curiosidad mató al gato Aviso: L€m0n Esta historia no es apta para todo público, se recomienda discreción.
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