Un gato que piensa como humano.

5 2 0
                                    


¡Su tercera taza de café!.

Parecía un demente caminando de allá para acá y de acá para allá con una taza entre sus temblorosas manos.

El café comúnmente hace a las personas perder el sueño, pero Jimin hace poco había descubierto que extrañamente esté le hacía tener más sueño.

Quería dormir, no sabia que le pasaba, esa noche su cuerpo estaba más complicado que en sus tiempos de adolescencia, y es que por más que se sentía cansado no tenía sueño, en la cama se movía de un lado a otro pero nunca conseguía la comodidad y juraba que su mente le decía "es hora de dormir" pero el resto de su cuerpo se mantenía despierto.

Dio un pequeño salto cuando escuchó un rasguño en la ventana..si, era de ese gato.

El gato acosador.

Rápido fue a abrirle la ventana pues afuera se sentía extremadamente frío por aquellas horas de la madrugada.

Cojio al gato entre sus manos y lo abrazó al sentir su pelaje helado.

Le dio leche al gato y lo acogió como si todavía siguiera viviendo con él, como antes de haber encontrado aquel molesto volante.

Y casi al instante logró conseguir caer ante morfeo.

Había quedado noqueado ante el sueño y a causa de ello, sentía su cuerpo cómodamente descansar entre suaves nubes de algodón, sintiendo sin explicación alguna, una increíble paz a su alrededor.

Con aquel gato fisgón a un lado que por sierto fingía dormir, mientras veía a detalle ese extraño humano.

Quería analizarlo sin lugar a dudas y saber porque por alguna extraña y bizarra razón se sentía tan identificado y sobre todo atraído a los humanos, SOBRE TODO A ESE humano.

Quería comprender porque fue que desde el primer momento en que vio a aquel joven, su interior maúllo y una parte de él le jalaba hacia el rubio humano de manos tersas y delicadas.

Y porque cada vez que no estaba dentro de su vista o su sentido, conseguía un espacio, tiempo y parte de sí mismo arrebatado en su interior, porque simplemente habia descubierto que aquel humano tenía algo que el gato necesitaba.

Y por supuesto que desde el primer momento el gato trató de saber que era.

Trataba de seguirlo, analizar su comportamiento y escasas veces hasta lo imitaba, probablemente necesitaba observarlo de cerca y fue entonces en el que fingía encontrarlo por mera coincidencia.

Evidentemente no fue suficiente, lo único que consiguió fue comprender que ese humano probablemente sentía lo mismo que él en su interior.

Y por supuesto que una tarde fingió incontinencia caminando casualmente mientras doblaba la esquina solo para ver si ese chico también se sentía atraído.

Fue a la sorpresa del gato que efectivamente había conseguido la atención de el humano, quien lo siguió doblando la esquina apesar de que no era su ruta.

Su rostro de decepción y tristeza al no ver más al felino, hicieron a ese gato acosador pensara muchas cosas.

2U- ALMAS GEMELAS. ʏᴏᴏɴᴍɪɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora