libro 1 Un trato es un trato, repitió aquel hombre de ojos verdes. Que me devoraba con la mirada, como un leon debora a su presa, con un apetito insaciable. O mejor dicho, ancioso por reclamar su Premio. Yo. Así que no tenía opción, debía cumplir el acuerdo que mi marido había echado con ese sujeto. Tenía que pasar un año, bajo sus sábanas, cumpliendo cada unos de sus deseos, sin objeción. pero habia algo que jamas le entregaria y era mi corazon.
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