Tatiana aquella mañana estaba muy feliz, al fin se convertiría en la esposa de Anthony, y dejaría atrás una vida de sufrimientos, pera ser feliz junto al hombre que ama o por lo menos eso era lo que ella pensaba en lo más profundo de su corazón, sin imaginarse el futuro incierto que le espera.
Porque dentro de los planes de Anthony, hacerla feliz, no estaban, más bien usarla y dársela a su amigo, para que la forzara encontrad de su voluntad.
Todo Anthony lo tenía planeado.
Aquel día Anthony se quedó de ver con alguien, en donde le ofrecería a otro mafioso a la mujer que se convertiría en su esposa, y al día siguiente, después de que él y su amigo, Rómulo, hicieran con ella lo que quisieran, se la entregarían. Eso eran los planes de ambos hombres, para Tatiana, mientras la tenían en una burbuja de sueños, que luego se convertirían en un infierno para ella.
-¿A donde vas tan arreglada, Tatiana?-cuestionó su madre con el ceño fruncido.
-Voy a salir a comer con Anthony, él me está esperando en el parque -respondí a medias . Ya que la verdadera razón por la que estaba arreglada de esa manera, era porque al fin me casaría con Anthony, me convertiría en su esposa y tendría una vida diferente, en donde sería feliz y construiría una familia; pero no le pienso decir nada a mi madre. Porque ella es capaz de encerarme en una habitación para que no lo hiciera. Era una sorpresa que le daríamos a todos.
-No sé cómo ese joven se fijó en una chica como tú. Existiendo niñas tan hermosas, como tu hermana.
-Mamá, no digas eso. Sabes que me duele-me sentí, herida.
-Es la verdad, tú no te mereces un joven tan bueno. Ese muchacho merece algo mejor, no a una estúpida como tú.
Tatiana se sintió fatal por las palabras de su madre. Ella no entendía por qué tanto rechazo hacia ella. Ella era su madre, su deber era protegerla. No todo lo contrario
La joven castaña, unos meses atrás, le hubo presentado a Anthony como su novio y desde el primer instante, su madre le ha manifestado lo inconforme que está con su relación. Puesto que considera a Anthony demasiado bueno, para alguien tan insignificante como su hija.
-¿Por qué me odias tanto? -Preguntó con el corazón destrozado.
-Porque eres lo peor que me ha podido pasar.
Tatiana comenzó a llorar.
-No llores, que tus lágrimas no me importan. Nada de ti me importa. Cuando naciste, fue el peor día de mi vida.
-Porque mejor no abortaste. Así te hubieras librado de mí -manifestó entre llanto.
-Porque tu difunta abuela, no me dejo-esto termino de romper el corazón de la joven. Esa información no la sabía-como lo oyes. Desde el primer momento que me enteré de que venías al mundo, te odie...
Tatiana no pudo seguir escuchando. Las palabras crueles de su progenitora y se echó a correr.
***
Tatiana quiso morir aquel día. Las palabras de su madre le hicieron mucho mal. Porque por más que le buscaba lógica, no entendía que mal le había hecho ella. ¿Por qué se expresa así de ella?, ¿Si ella era hija del mismo padre que sus hermanos?
Sin embargo, la castaña estaba segura, que si ella no hubiera salido huyendo como lo hizo, su madre le iba a contar toda la verdad, no obstante, ella no se sentía preparada para escuchar todo lo que ella tenía que decirle. Así que secándose las lágrimas, fue al lugar en donde quedó de encontrarse con su futuro esposo.
Cuando ella estuvo por fin en el lugar, ya Anthony la estaba esperando muy ansioso.
Tatiana encontró a su futuro eso, hermoso. El mismo estaba vestido de traje y corbata. Muy elegante. Con él, se encontraba su amigo, el cual a la castaña no le caía nada bien, ya que él siempre la miraba como desnudándola con la mirada, haciéndola sentir incómoda.
La castaña nunca le hablo de su incomodidad, ante el rubio, por temor de arruinar su amista y pensando que solo eran ideas suyas, sin imaginar que ambos eran cómplice, de su desgracia.
Tatiana corrió a su encuentro, sin saber que ese mismo hombre la entregaría más tarde, en manos de un extraño.
Anthony la recibió ente sus brazos, luego saludo a Rómulo.
-Te amo, Anthony-le confesó feliz, ya que saber que no volvería esa casa, le hacía sentir un poco mejor. Por el hecho de que, no la seguirían menospreciando, y su presencia incomodaría a nadie.
-¿Que te pasa hago, pequeña? -le preguntó dulce, fingiendo qué le interesa lo que a ella le pasaba.
-Tuve una discusión con mi madre-le confesó.
-Le dijiste que nos íbamos a casar-cuestionó nervioso. Aunque él sabía que para su madre Tatiana no existía.
-No. Solo lo de siempre, pero no quiero hablar de eso. Mejor vamos, que ya quiero ser tu esposa -manifestó ilusionada.
-Vamos, estoy ansioso por hacerte mi esposa-dijo él, con una sonrisa siniestra.
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La elegida de un mafioso
Randomlibro 1 Un trato es un trato, repitió aquel hombre de ojos verdes. Que me devoraba con la mirada, como un leon debora a su presa, con un apetito insaciable. O mejor dicho, ancioso por reclamar su Premio. Yo. Así que no tenía opción, debía cumplir e...