Capítulo 15

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- Señora- gritó Creta, corriendo para ir al encuentro de Tatiana.

- Creta, ¡ya no lo soporto más! -grito entre lágrimas, en los brazos de la anciana.

- Tranquila. Todo va a salir bien-intentó consolarla.

Grata pudo sentir como el corazón se le rompió en dos al ver el estado desolado de la joven.

No era justo lo que estaba padeciendo esa pobre muchacha- pensó ella con dolor, en su interior-. Ella no tenía la culpa de nada, menos del esposo que le había tocado.

Creta ayudó a la joven a ponerse de pie.

Tatiana temblaba entre los brazos la señora mayor.

Ambas subieron las escaleras, Grata la dejó en su habitación de loción calmante para que se tranquilizara.

***




- ¿Qué estás haciendo?- reclamó la señora, al mafioso, sin entrar en detalles.

- No me molestas, Creta. Sabes que te quiero como una madre, pero no pases los límites, hoy no estoy de humor para tus reclamos.

- No me importa si estás de humor o no para haciendo escucharme, porque me vas a oír- sentencia ella, entonando sus ojos negros.

Greta comenzó a reclamarle, de un modo no muy agradable, al joven mafioso; el mal trato que le estaba dando a Tatiana.

- Si crees que la vas a conseguir, de que ella se enamore de ti, ¡de esta forma! Estás muy equivocado. A ninguna mujer le gusta que la maltraten como si fuera u una insignificante, mucho menos que le recuerde su pasado. Cuando amas a alguien lo amas con sus virtudes y defectos. No importa si sean buenos o malos. Lo aceptas. Te comprometes, no solo a cuidar de ella, sino que esa persona a la que amas, sea feliz.

- No la defiendas s...- intento decir, pero ya no le permitió continuar y no interrumpió.

- No me vas a decir a mí como piensa una mujer y como no - comentó ella enfadada- si deseas ganarte su corazón, cambia de estrategia. Porque por el camino que vas. Nunca lo tendrás, mucho menos su respeto. Ninguna mujer, en su sano juicio, puede amar a un hombre que se la pasa atacando o desconfiando de ella, sin justificación.

- No tengo por qué confiar en ella.

- Entonces, no tienes por qué desear que te corresponda? -soltó.

- ¿Quien dijo que quiero que me corresponda? -cuestionó indignado, por ser tan evidente.

- No olvides que te conozco a ti y todos tus hermanos. Soy prácticamente su madre y los amo a todos por igual. No sabes lo afortunada que me sentí, cuando su tío me los entregó para qué cuidará de ustedes. Yo los amo. Son la única familia que tengo.

- Creta...

Hazme casó, no la acoses. Si debería te interesa, trata de ganar su corazón. Pero hazlo correctamente-dijo esto y se marchó.



***

Tatiana abrió sus ojos lentamente, cuando despertó.

Ella se sentía aún el cuerpo endurmeciodo, sin embargo, ese estado no evito que la pelinegra, de piel pálida, saltará asustada en la cama, en el momento en que visualizo al mafioso a su lado, zafándose abruptamente de sus manos. Ya que cuando despertó, él tenía las manos de ella, entrelazadas con la suyas. Agarradas.

La elegida de un mafioso Donde viven las historias. Descúbrelo ahora