El mafioso aquella noche pasó la peor tortura de su vida. Pero todo valió la pena.
La noche anterior
-Alex-una voz seductora llamo al mafioso.
Se acercó a él y le dio un beso en la comisura, cerca de sus labios.
Tatiana rodó los ojos, por la situación incómoda en la que estaba.
-Kathy -sonrió el mafioso.
-Eres un malvado, has Ignorando todas mis llamadas después del comercial -se quejó la modelo.
-Lo siento, he tenido mucho trabajo -se excusó, en su tono habitual. Frío y sin emociones.
-Si desean los dejo solos para que puedan hablar mejor -dijo Tatiana, al ser ignorada por ambos.
-¡Oh, perdón!, no te vi-dijo la exótica modelo de piel morena-. ¿Tú quien eres?
-Pregúntale a él-respondió Tatiana. Cruzándose de brazos. Quería ver hasta donde llegaba el cinismo de Alexey, o mejor dicho, saber si tendía el descaro de decir la verdad. Que la tenía secuestrada.
La modelo miró a su antiguo amante, esperando una respuesta.
-Es mi mujer -respondió con simpleza.
-¿Qué? -cuestionó molesta la modelo, molesta. Era la primera vez que lo escuchaba decir esa palabra en público. Puesto que todas las mujeres con las que él ha estado, el mafioso únicamente decía que eran amigos y nada más; sin embargo, ahora, decía en público que esa chica era su mujer-. No es nada serio, ¿cierto?
-¿Que te hace pensar que no lo es?-Preguntó divertido el mafioso.
-Nunca has tomado a una mujer, enserió.
-Sí, es cierto, pero siempre hay una primera vez -respondió neutro.
-Por Dios, esta mujer, es una...
-Ten cuidado con lo que dices o te puede salir muy caro. Soy capaz de destruirte en fracciones de segundo -le advirtió.
-Perdóname Alex, no quería incomodarte-suplicó la modelo.
-No es conmigo con quién tienes que disculparte-dijo el mafioso, señalando a Tatiana.
-No es necesario -intervino Tatiana, ya que las disculpas de Kathy no serían sinceras.
Claro que sí. Nadie insulta o intenta insultar a mi mujer y sale ileso sin pagar las consecuencias -dijo Alex, en un tono escalofriante.
Kathy sintió como la ira recorría todo su cuerpo.
Ella sabía más que nadie que Alexey no tenía piedad; mientras el tiempo que fueron amantes, vio a muchos caer destruidos ante él, con solo una llamada de su parte y ella no estaba dispuesta a ser una de ellos.
-Alex tiene razón. No debí referirme a ti de ese modo. Perdóname. Te prometo que no volverá a suceder-dijo ella, falsamente.
-No te disculparé, por la sencilla razón de que tus palabras no son sinceras-dijo Tatiana.
-Alex...
-Lo siento, pero ella no te cree. Atente a las consecuencias.
-Pero si me he disculpado -la modelo insistió nerviosa.
Alexey la iba a destruir. Destruiría su carrera como modelo.
-Si te arrodillas frente a ella y le pides perdón, quizás te perdone-ordenó inclemente el mafioso.
-Por favor...-intentó intervenir Tatiana, aquello era humillante, incluso para ella.
-¡Dije de rodillas! -ordenó.
La modelo miró a todos los lados. De un momento a otro se dio cuenta de que todos estaban atentos a la discusión.
-Por favor Alexey, no me hagas esto. Es humillante-suplico la modelo.
-¿Insultar a mi mujer no es humillante? Si, para ti no lo es, para mí si lo es-manifestó el mafioso.
-Pero...
-Pero nada. Tiene 1 minuto para que lo hagas, si no, ve diciéndole adiós a tu carrera como modelo. Porque me encargaré que nunca más en tu vida, te den trabajo.
-Alexey-Tatiana sintió escalofríos en todo su cuerpo y solo pudo pronunciar su nombre, cuando él la callo con un beso.
La modelo se sintió aún más humilla.
Tatiana no sabía que hacer. No podía rechazarlo en público porque se enfadaría con ella y en vez de la modelo, él tomaría represalias contra ella.
El mafioso dejó de besarla y Tatiana sintió el corazón acelerado. Como si hubiera corrido un maratón.
-59, 58, 57, 56-el mafioso empezó a contar los segundos.
-Ya, lo haré-dijo finalmente la modelo, al entender que no tenía, escaparía.
La modelo caminó, hacia donde se encontraba Tatiana, y poco a poco se fue arrodillando frente a ella.
-Perdóname, por favor -suplicó de rodillas.
-Ahora sí, está mejor -dijo y tomó a Tatiana de las manos, para salir con ella de ese lugar, dejando a la modelo, arrodillada en el suelo.
-Eres un ser despreciable
-comentó Tatiana, aun en shock.-Todo aquel que se mete contigo, lo hace contigo. Eso nunca lo olvides -declaró y entró al coche.
Ya en la casa, Tatiana se fue directamente a su habitación.
***
¡Dios! Que demonios me está pasando.
Debo de estar molesta y no lo estoy. Más bien, estoy más molesta conmigo misma, al haber sentido placer, ante lo que pasó.
No voy a negar que sentí una adrenalina perversa recorrer todo mi cuerpo, una emoción arrebatadora al ver a esa mujer arrodillarse frente a mí, que me a terror, pero lo disfrute.
Y por ello es que estoy molesta. Como es que de la noche a la mañana, disfruto del sufrimiento de los demás.
Yo no soy así, toda mi vida he sido justa con todos y de repente me encuentro disfrutando de ver a otros que sufren. Que son humillados. Como un día yo lo fue, y eso me aterra.
¡Dios! ¿Que está haciendo ese hombre conmigo? Me estoy convirtiendo en un monstruo, ¿como él?
-Buenos días, querida- saludo, Creta.
-¡Bueno día! -respondió enérgica.
-No que va-la evado.
-Está bien, no me digas-sonrió Creta- el señor me dijo que hoy no van a desayunar juntos.
-¿Por qué? -Creta, la miro atenta-digo, él me ordenó bajar. No quiero que después diga que estoy incumpliendo nuestro acuerdo.
-No lo sé. No me dijo. Solo salió al amanecer -le informó
-¿Te dijo si volvería para la comida?
-No volverá hoy-le comunico.
-Ok-dijo molesta por alguna extraña razón.
-¿Por qué ese tono? Okay-cuestionó Creta, a la cual no me fue desapercibida su actitud.
-Nada.
-Segura
-Si, no. Bueno, él me dijo que me llevaría a un lugar, solo quería saber si volvería, por si tengo que esperarlo o no-manifestó molesta.
-Ok.
-Es solamente por eso. No es nada más-dijo ella.
-No he dicho nada-sonrió la señora.
Tatiana, los ojos molesta, porque Creta, estaba malinterpretando las cosas.
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La elegida de un mafioso
Diversoslibro 1 Un trato es un trato, repitió aquel hombre de ojos verdes. Que me devoraba con la mirada, como un leon debora a su presa, con un apetito insaciable. O mejor dicho, ancioso por reclamar su Premio. Yo. Así que no tenía opción, debía cumplir e...