A ella le irritaba y El la detestaba... Todos sabían que eso era una mentira Pero ninguno de los dos lo quería admitir, ambos eran orgullosos, eso se los impedía, ninguno se iba a doblegar a sus sentimientos, sin que el otro lo haga primero. Ambos querían hacerlo, sí, pero igual les gustaba confrontarse y molestar al otro hasta desesperarlo Orgullosos, testarudos y arrogantes. una muy mala combinación