El verano cordobés arde sobre el pavimento seco, y una nueva familia se muda al 382 de la Miguel Cané. El primero en recibirlos será Lionel Scaloni, el hijo del sodero, quien tiene que asegurar los nuevos clientes de la cuadra para el negocio familiar. Sin embargo, al conocer al único hijo de los Aimar, Lionel tendrá que debatirse entre mantener su apariencia de pibe relajado y resuelto o enfrentar sus verdaderos sentimientos, en una época que apenas a televisado los primeros debates sobre la diversidad sexual en Argentina.