Yeonjun creía que tenía seguro a Beomgyu cada vez que le escuchaba decírle te amo. Él estaba olvidando tanto mirar a Beomgyu mientras se divertía, que cuando se decidió a dedicar una mirada y una sonrisa al lugar donde Beomgyu lo esperaba, algo había cambiado. Beomgyu no estaba atado a él, pero parecía poder arrastrarlo bajo cadenas con cada paso que daba para alejarse, porque Yeonjun estaba demasiado asustado de dejarlo ir.