Todo lo que tengo lo he conseguido por mis propios méritos, he llegado a dónde estoy por mi esfuerzo, mi decisión y como la mayoría dice, mi pésimo carácter. Odiosa, soberbia, seria con el defecto o la virtud de decir las cosas como la pienso y sin filtro, ¿si les molesta? Ni modo, nadie me toma por tonta, sin embargo no hay nada que ame más que ver las estrellas. Tengo un mundo perfecto donde no cabe nadie que venga a perturbar. Hasta que llegó él con su carácter dócil, carismático, divertido, relajado a invadir mi espacio y mostrarme que bajo la lluvia también se ven las estrellas.