En lo profundo del Bosque de Farina, en una casona, vive Rosemary. Toda su vida ha estado encerrada en ella, rodeada de los lujos que sus sirvientes le proporcionan gracias a la herencia de su abuelo. Para su cumpleaños número dieciséis, Rosemary pide que le permitan ver el mundo que está más allá de los muros de la casona, sin embargo, los sirvientes le niegan el deseo alegando que es muy peligroso salir de la casa. Rosemary, no conforme con las excusas de los criados, decide abandonar la vivienda, a escondidas, para cumplir su deseo. Al encontrar la ciudad cercana, Prin Nouvo, decide recorrer las calles para empaparse de esa nueva vida que ve ante sus ojos. Ningún contratiempo entorpeció esa visita, sin embargo, en el trayecto de regreso a casa, descubre la maldad que realmente reside en el exterior y el por qué la tenían encerrada.