Enredada en mi cueva de soledad, Medusa, en tu mirada encuentro oscuridad. Tu corazón, una medusa de hielo, congelado en un mar de desvelo. Caíste en desgracia, hermosa Medusa, y perdiste tu inocencia, no hay excusa. Ahora, tus ojos petrifican las almas, un destello de tristeza en cada mirada. Pero yo, valiente amante de lo adverso, me acerco a ti sin miedo, sin reverso. En tus serpientes encuentro dulzura, y me pierdo en tu laberinto de amargura. Medusa, deseo liberarte del yugo, volver a tu belleza, a tu refugio. Bajo el velo de la tristeza, hay ternura, y en mi amor, renacerás con dulzura. Eres la villana en un cuento mal contado, Pero eres la protagonista de nuestra historia de amor.