En un giro inesperado del destino, Emilia se encuentra con Aleksander Wolf, su nuevo superior de entrenamiento en el clan ruso. Su primer encuentro es tenso y frío, marcado por una hostilidad palpable. Emilia, con su espíritu libre e independiente pero con un pasado muy roto, choca con la autoridad y el control estricto de Aleksander. Quien tiene un pasado opuesto al de ella. A pesar de su aversión inicial, Emilia no puede evitar sentirse intrigada por la intensidad de Aleksander. Aleksander, por su parte, ve en Emilia una chispa que lo atrae a pesar de sí mismo se niegue por ser la 'mujer' del enemigo. Entre ellos se enciende una llama de deseo que arde con una intensidad que amenaza con consumirlos y destruirlos.