Chiara y Violeta llevan vidas completamente distintas. Coinciden de vez en cuando en el trabajo pero casi nunca se dirigen la palabra; Chiara está demasiado ocupada con la gira y su propia vida como para entrometerse más en la de Violeta. Sin embargo, ambas, sumidas en la tristeza, saben que hay algo que las une. Un silencio con demasiado ruido, varios ciclos por cerrar y el recuerdo de algo bonito que, tal vez, no vuelva a suceder.