"Detrás del muro de Ross, donde la humanidad no ha podido ver qué hay detrás de ese bloque de hielo, existe un mundo de maravillas: el mundo de las elementales, personas capaces de controlar los elementos a su antojo y de mantener el equilibrio en la tierra. Este lugar se divide en 4 reinos legítimos: el reino del agua, el del fuego, el del aire y el de la tierra. Al principio, este lugar no era más que caos; todos los elementos querían el poder absoluto para ellos y nada tenía control. Así que se crearon las divisiones divinas; las familias más nobles y de mejor pensamiento fueron colocadas como los gobernantes de partes iguales de tierras. Pero para asegurarse de que estas reglas se siguieran, porque incluso los líderes necesitan que los guíen, se creó la máxima corte de reyes y reinas de todo el universo: la familia elemental. Estos eran los únicos capaces de controlar más de un elemento y solo uno dependiente de esa familia cada 100 años iba a ser capaz de controlar los 4 de manera perfecta. Según la profecía, si esa persona no tomara el trono, el mundo como lo conocíamos iba a destruirse de manera atroz. Los desastres naturales no iban a tener control y todo como lo conocemos acabaría. Hasta aquí todo bien, pero nada es tan perfecto. Había personas en contra de la divina división, que se les conocía como la legión de la unión. Se vendían como que querían unir a los elementos destruyendo a la familia elemental. Sus intentos habían fallado casi todos, hasta que un día lograron hacer algo que desestabilizaría la paz de los 4 elementos para siempre: 'Si la Princesa Daiciri no toma su lugar en el trono en dos años, esto se acabó para todos'. Robarse a la próxima reina de los 4 elementos fue el inicio del final."