Yo elijo mi destino.

¿Alguna vez se han preguntado qué hubiera pasado si Zuko hubiera elegido no traicionar a Katara?

Mientras están encerrados en las Catacumbas de Cristal de Ba Sing Se, Katara y Zuko se abren el uno al otro y Katara se ofrece a curar la cicatriz de Zuko. Sólo que esta vez, Iroh y Aang se tardan un poco más en llegar, suficiente para que Katara sane la cicatriz, dejando una marca mucho más profunda en el chico que la que le dejó su padre. Una marca invisible pero poderosa, que lo llevará a tomar una decisión que cambiará su vida y el curso mismo de la guerra y el destino.

"A partir de ahora, yo elijo mi destino"

Ni la portada ni Avatar: La leyenda de Aang me pertenecen. Derechos a sus respectivos creadores.