Solo le quedaba una cosa con la que negociar: su cuerpo. Gracias al escándalo financiero protagonizado por su padre, Fluke Natouch pasó de ser el rey de la prensa rosa americana a caer en desgracia de la noche a la mañana. Aferrándose a la última pizca de orgullo que le quedaba, buscó la ayuda del marido al que un día había abandonado, sabiendo que para convencer al implacable Ohm Thitiwat tendría que ponerse de rodillas y suplicar. Al principio no fue más que él esposo florero del magnate griego, pero la explosiva pasión que surgiría entre ellos iba a sorprenderles a los dos...