Abrió la primera página, tenía una breve dedicatoria escrita con tinta y pluma, con caligrafía perfecta, digna de admirar. Los ojos de Jisung parecieron tener un especial brillo ante aquellas dulces palabras. "Para Yoon Oh, que nuestro amor sea eterno, aún más allá de esta vida". DongYoung, 1990.