𝖯𝖺𝗋𝗍𝗂𝖾 ⑥

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Últimamente se sentía observada, en realidad no sabía de dónde venían las miradas pero en cada momento del día se tía que la miraban

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Últimamente se sentía observada, en realidad no sabía de dónde venían las miradas pero en cada momento del día se tía que la miraban. De vez en cuando volteaba y no había nadie, pero el sentimiento seguía ahí, al igual que las notas. Desde la vez en que le dejaron un bento con comida no habían parado, preguntándole cómo estaba, si estaba comiendo bien y cuestionandole su estado de salud. En las letras de la persona de las notas cada día se veía más cerca de los huesos y eso lo tomaba como un algo aunque no lo fuera, porque cuánto ansiaba que realmente ese cuerpo esquelético es el que viera al ponerse frente al espejo, pero lo único que veía un cuerpo que no le gustaba, un cuerpo del que había querido deshacerse desde el primer día y sin importar cuánto tiempo dejara de comer o cuánto ejercicio hiciera no parecía cambiar.

Desde que su compañero pelirrojo la llevó a la enfermería no se había separado de ella y eso le dificultaba un poco las cosas, porque ella quería seguir aparentando estar bien él simplemente no la dejaba en paz, hoy le había traído un bento muy parecido al que el chico de las notas le había llevado e incluso insistió en que almorzaran juntos, pero simplemente no podía. Desde que almorzó con Aizawa había notado un cambio en el profesor con ella, de parecer no importarle ahora estaba más pendiente de ella que del mismo Midoriya, o incluso de Denki, quien estaba más que loco por Nekoyashiki y no la dejaba en paz. Le sorprendía cómo ese rubio tonto había caído por la castaña si ella siempre trataba de evitarlo.

-Porfavor Gisselé, tienes que comer algo, te ves muy mal.- dijo con un notorio tono de preocupación el pelirrojo mientras la veía, este casi que le daba de comer en la boca por la desesperación que sentía de nunca conseguir que comiera algo.

-¿Desde cuándo tenemos la co fianza de llamarnos por nuestro nombre?.- la rubia levantó una ceja mientras lo decía, estaba un poco arta de la situación pero ese detalle la sorprendió.

-Perdon, estoy tan preocupado que no me di cuenta de eso.- mencionó al borde del llanto.-Porfavor come algo Gisselé...

-Kirishima ya te dije que...- el ojirojo tuvo el descaro de meterle un bocado de comida a la boca mientras hablaba.

-Lo siento, si no lo hacía yo no lo harías tú tampoco. Ahora masticalo y tragalo porque sino no que iré de aquí.- dijo con el entrecejo fruncido.

Y ese día, por primera vez en meses, la rubia pasó un bocado de comida. No sabía qué la había hecho masticar y tragar, pero lo había hecho y le encantó ver al pelirojo sonreír por eso.

Cómo adoraba verlo sonreír... Aún si después de eso la sonrisa se le borraba de la cara por la repentina arcada que había tenido la rubia en dónde devolvió todo lo que tenía en el estómago, o sea solo el arroz y agua.

-Perdon, no estoy acostumbrada a comer...- sollozó mientras se limpiaba con la manga del suéter que siempre usaba.

-Lo sé... Siempre lo he sabido. Yo soy el de las notas Gisselé- y ahí el mundo se le vino abajo a la rubia.

 Yo soy el de las notas Gisselé- y ahí el mundo se le vino abajo a la rubia

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𝘖𝘥𝘪𝘢𝘮𝘦 ↝𝘒𝘪𝘳𝘪𝘴𝘩𝘪𝘮𝘢 𝘌𝘪𝘫𝘪𝘳𝘰𝘶↜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora