Capítulo 4

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Después de la pelea con Astrid, me separé del grupo, incluso de Jack, quien estaba siendo acosado por Brutilda.

Fui a volar con IceFire, arriba del pueblo, recordando. Mi primer vuelo, cuando todavía mataban dragones, mi madre gritándome porque había visto a Astrid matar a un dragón frente a todos, y yo no podía matar nada ni siquiera sola.

Lo triste, es que los únicos recuerdos que tengo de aquí sin Ice, son desesperados. Yo, desesperada porque mis padres estuvieran orgullosos de mí, desesperada por saber en qué era buena.

Antes de irme, tenía buenos reflejos, pero no sabía manejar armas.                                                ¿Cómo me enseñe a usar el arco? 

Ahí estaba yo, de 15 años, intentando que mis manos no temblaran al tensar el arco. Ice me miraba aburrido, y la flecha cayó a piso. Suspiré exasperada.

    -Me parece que necesitas ayuda, linda.

Escuché esa voz en lo alto, un chico albino me miraba desde la copa de los árboles. Igual de joven que ahora. Ice se alarmó, y se dirigió hacia él.

El chico lo miró, sorprendido, pero no asustado. De un brinco bajó del árbol, y yo reparé en sus prendas. Eran extrañas, y estaba descalzo. Llevaba un bastón, por así llamarlo, que dejo en el piso y se acercó a mi.

Lo miré atentamente, cuando él me vió mirándolo.

   -Tú...¿me ves?- estaba sorprendido. Creía que yo miraba en ese punto por IceFire.

Asentí, sospechando.

   -¿Quién eres?- pregunté, con voz firme.

    - Jack. Jack Frost.- me volvió a examinar con la mirada.-¿Puedes tocarme?- preguntó repentinamente.

     -¿¡Qué!?- me alejé un poco de él.

     - No me malinterpretes. Sólo... inténtalo.

Lo miré, parecía confiable y.... era lindo, además.

Un poco desconfiada, puse mi mano, primero en su pecho y luego en su mejilla.

     - Claro que te puedo tocar.- dije, resuelta.

Él sonrió, esa sonrisa que vi casi todos los días durante cuatro años.

    - Te puedo enseñar a usar el arco.- dijo él, señalando con la cabeza el arma.

Asentí. Él me puso el arco en las manos, y yo lo tensé. Él me puso sus manos sobre las mías, y lo tensó más. Disparé la flecha, dió en el blanco.

Yo sonreí, entusiasmada. Él me imitó.

     -¿Cuántos años tienes?- preguntó.

     - Quince años.- respondí.

     -¿Me puedo quedar contigo?- preguntó. Yo levanté la ceja.- He estado muy solo, y te apuesto a que tú también. Te enseñaré a pelear, y otras cosas.

Suspiré. La compañía ayudaría.

     -Vale, puedes quedarte.

Sacudí la cabeza. Recordar no me llevaría a ninguna parte. Regresé a la arena, pero ya se habían ido. Volví a subir a Ice, y volé por todo Berk. Ví a Hiccup discutiendo con su padre en donde dormían los dragones. Me acerqué.

      -¿Te pasa algo?- pregunté. Hiccup estaba enojado.

      -Él me quiere preparar para la guerra, pero estoy seguro de poder razonar con Drago.- dijo mientras golpeaba una mesa.

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⏰ Última actualización: Dec 27, 2020 ⏰

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No creí enamorarme... no de ti.  Hiccup y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora