"Hora de la venganza" su mente entrenada por años de guerra analizó sus alrededores, su estado físico, el estado físico de los atacantes, su tamaño y del contrario, todo era analizado en segundos y su posición quieta estaba más que lista para la batalla.
Los enemigos eran un grupo de 3 gryffindors, ellos habían vi*lado sin pudor al pobre niño, su mente pensó en castrar a la basura, pero se rindió a la idea por posibles problemas.
-¿Porque no respondes? Estas asustado? Hahaha, ven-una mano muy pesada se posó en su hombro, la cara lasiva del joven que parecía estar en quinto año lo miraba en burla.
Fue en cuestión de segundos cuando sintió una presión de aire en su cara y ser noqueado en un instante, Kai le había golpeado la quijada de cierta forma para evitar que oxígeno llegara al cerebro por un momento creando un desmayo instantáneo.
La mirada de los dos acompañantes estaban impactadas, y eso dio tiempo que Kai de un movimiento ágil aprisionara la cabeza de uno de ellos con sus piernas por falta de fuerza, manteniendo apretado hasta el punto de asfixia.
"Falta uno" el restante estaba pálido, pero no huyó (digno de un gryffindor), aún con su miedo tiro un puñetazo que fue fácilmente esquivando por Kai, la cara del gryffindor fue agarrada y estrellada contra la rodilla de Kai destruyendole la nariz, apoyado de la cabeza de atacante dio una voltereta hasta quedar de espaldas del gryffindor usando su propio peso para dejarlo caer pesadamente al suelo.
-Con este cuerpo siento que di golpes a una pared, el primero tenía quijada de titanio, tendré que ponerme algunas vendas después-sus manos estaban llenas de sangre tanto de sus heridas como de las de los contrincantes
Deseaba torturarlos, pero nada impedía que algún rector estuviera cerca, así que rápidamente se marchó a su clase... Pasó por la puerta y todos miraron hacia él, había llegado muy tarde, al menos unos 20 minutos tarde, osea, ausencia.
-Señorito Kai, tome esta nota y ve a la oficina del Director, el le informara de su castigo-con paso calmado tomo la nota y se retiro, se sentía renovado por su resiente paliza dada a sus agresores, así que no se molesto en explicar su situación.
Camino y camino, no tenía idea de dónde estaba la oficina del director, solo espero encontrar algún fantasma para preguntar, porque jamás le preguntaría a los estudiantes, camino por unos 10 minutos hasta encontrarse con el Barón Sanguinario.
-Buenas tardes, Barón, me preguntaba si podría tomar un momento de su tiempo? -Cortésmente se inclino hacia él, el Barón sanguinario lo miró analizando sus facciones y carácter.
-Nunca pensé ver un sangre pura en hufflepuff, de que familia vienes? -su mirada me veía altiva, y mi mente confundida formuló la próxima respuesta.
-Me temo que no le puedo confíar el nombre de mi familia, pero con gusto le ofreceré cualquier otra información-las palabras cordiales seguían pasando por sus labios.
-Bueno, que necesitas? -el barón se rindió en su búsqueda tal vez pensando que estaba frente a alguien de las grandes familias, aunque no lo dijera temía ser exorcisado.
-Me preguntaba dónde se ubicaban los aposentos del director-
-Ve al tercer piso y busca una gárgola y di caramelos de limón, adentro saldrá una escalera de mármol, sube por ella y ya llegaras-después de eso el barón desaparecio por una pared.
"Porque esconden el despacho del director?" Su mente pensaba lo estúpido de la idea, ni aunque sea por seguridad del despacho, porque con sólo extorsionar a uno de los estudiantes podrías obtener la información, mientras caminaba por los pasillos y escaleras llego a la estatua de la gárgola.
-Caramelos de Limón-la gárgola se movio hacia un lado dejando ver una escalera de mármol que daba movimientos despacios, subió sin dilación y ahí encontró al director.
-Oh, joven Kai... -antes de terminar sentí un pinshaso en mi cabeza que hizo que mi magia se agitara rápidamente repeliendo al intruzo, la cara del profesor oculto rápidamente su sorpresa por una sonrisa bonachona-en que puedo servirle? Un dulce? -en lo profundo de los ojos del director se veía un atisbo de ira y sospecha que ocultaba muy bien.
-No gracias, e venido para entregarle una nota-después de leer la nota un rastro de astucia paso por los ojos del director Dumbledore, estaba listo para descubrir cómo era posible que este niño pudiera cubrirse de su legeremancia y tal vez usarlo como una pieza fácilmente desechable en la próxima guerra.
-Oh ya tengo una idea, se le avisara su castigo con el Celador, le informaré al prefecto para cuando el castigo esté listo, puedes retirarte-
-Gracias-no esperó mas tiempo ahí y salió, ese viejo le causaba repugnancia, sus métodos eran lo que lo molestaban, "con un poco de organización podrían derrotar a Lord Voldemort en unas horas o si la operación sale bien en minutos, era simple pereza de su parte, pero no te preocupes, te pagaré por tu estupidez" camino rápidamente a la cocina, donde los elfos cocinaban y ayudaban en la cena.
-Buenas tardes, me preguntaba si alguno de ustedes me podría ayudar en un recado-los elfos de naturaleza servicial se lanzaron a intentar ayudar, pero rápidamente tome a uno y me lo lleve de ahí-¿Cuál es tu nombre?
-Me llamo Fon señor, en que le puedo ayudar? -la cara de humildad y devoción resplandia en sus enormes ojos, y esperaban alguna orden por mi parte.
-Primeramente Fon, no contaras nada de lo que diga, ni a los muggles, humanos o elfos, ok? -el elfo me miró dudoso y asintió-conoces que la piedra filosofal está en hogwarts ¿no? -el elfo tembló ligeramente y con voz quebrada dijo...
-Como usted sabe eso señor? -su cara ansiosa mostraba sus ganas de informar al director, pero de contuvo por su reciente orden.
-Eso no importa, me puedes llevar a la sala de la piedra?
-mmm S-si-el elfo tomó mi mano y llegamos a una sala donde estaba el famoso espejo.
"Bueno, mi idea no es usarlo, así que será fácil" se reflejó en el espejo donde una piedra rosa pálido brillaba en uno de sus bolsillos, volvió su vista al bolsillo donde está la pequeña piedra del tamaño de una pelota de ping pong.
-Éxito... Fon llévame a la cocina-rápidamente en un destello aparecieron fuera de la cocina donde estaba la entrada de su casa-Gracias Fon, eres un buen chico-la cara del elfo se iluminó y dando pequeños saltitos fue a la cocina.
Fue dentro de su cuarto, donde cerró con llave y miró la piedra para investigar "vamos a ver porque es tan afamada esta piedra" sus pensamientos de guardarlo habían cambiado rápidamente a una exhaustiva investigación.
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Hufflepuf En Acción
FantasyCuando una de las casas menos inspeccionadas sale a la luz, hará que con su unidad, lealtad y perseverancia pueda derribar ejércitos enteros, pero sólo si alguien está ahí para liderar. "No se puede depender de los que no sean de nuestra madriguera...