Hufflepuf En Acción

Aguja Y Varita

La profesora Magdonagal explicaba fervientemente la clase, hoy se estaba retomando la clase pasada, antes de llegar a la parte práctica retomo la materia y explicó detalladamente y con ejemplo como transformar una cerilla a una aguja.

"No parece tan difícil, creo que la profesora hace esto difícil intencionalmente, en ese pizarrón hay demasiada redundancia y hace que los niños se pierdan" en esencia solo era tener en cuenta la composición del objeto al que se quiere transformar, su peso, su naturaleza y principalmente tener concentración.

Moví la varita y lentamente la cerilla se volvió plateada, balanceando fluidamente la varita la cerilla plateada tomó punta tan filosa como para pasar con facilidad a través del cuero duro. La profesora Magdonagal pasó por mi asiento viendo mi trabajo terminado.

—Excelente joven... Estudiante, 5 puntos para hufflepuff! —"desde aquí noto que no sabes ni siquiera mi nombre, y que con esos 5 puntos? Si hubiera sido un gryffindor me hubieras dado al menos 15 puntos! Estamos en la clase más difícil de hogwarts ¡Joder!" su furia se ocultaba con una sonrisa tímida, la cual pudo engañar a cada persona presente.

Su insulto interior se calmó cuando sintió la varita en su mano calentarse, bajo la vista para ver su varita que estaba con grietas brillantes que iluminaban ligeramente su mano, su mente entrenada entró en un modo de concentración pura y busco posibles formas de resolver el problema... La profesora que estaba a unos pasos escucho una vibracion tintineante y con mirada de pavor miró como la varita de su alumno estaba a segundos de explotar, pero antes de hacer algo el estudiante se levantó rápidamente hacia la ventana más cercana y lanzó su varita por ella.

Todos espectantes vieron como la varita creaba un choque de energía, que luego se contrajo semejante a un agujero negro hasta desaparecer de la vista. La profesora estaba pálida, se preguntaron "¿Qué hubiera pasado si explotaba en el salón?"

—Pero que hiciste! —la profesora no pudo ocultar su desconcierto, estaba enojada por el hecho de no saber de que enojarse

—No sé qué pasó profesora, solo se calentó la varita y después usted vio el resultado—su semblante confuzo se notaba, y todos los estudiantes miraban espectantes lo ocurrido

—Ahh~ voy a preparar una nota para que mañana viajes a hogmeade por una nueva varita, ahora sigamos la clase! —la profesora suspiró, y se rindió a regañar al estudiante, la clase prosiguió sin mayor apuro, donde dejaron trabajo para la próxima clase.

...

Estaba en DCAO, llegué temprano tal vez porque no me perdí en las escaleras... No había nadie, era la primera persona en llegar así que me senté en el asiento de mi gusto y espere al inicio, el lugar tenía cierto rastro de olor a ajos, las ventanas abiertas aún no se podían deshacer del olor, las pizarras estaban vacías y la silla del profesor torcida.

Paso unos minutos donde los estudiantes comenzaron a llegar, por alguna razón al igual que la clase pasada, nadie se acercaba a mi "Será que es un efecto secundario de sobresalir siendo un extra?", sin terminar una presencia se sentó a su lado.

—Hola, te molesta si me siento? —

"Oh mierda! El niño de oro, estar cerca de él es buscar la muerte, pero no puedo ser descortés"

—Claro, adelante —se sentó al lado en espera a la clase, en el transcurso del tiempo el niño de oro dio miradas discretas que fueron fáciles de notar, después de una 7 miradas un pensamiento paso.

"No me digas que este niño está enamorado, seguro cree que soy una chica, me parezco mucho a mi hija y me acuerdo el dolor de cabeza que era alejar a los pretendientes y acosadores de ella, ahh~ que dolor de cabeza ¿Porque los niños no se centran en el estudio? Al menos en el inicio! No es mucho pedir!" Él era muy consciente de su belleza, porque el en un pasado se veía más como un gorila musculoso, lo cual lo hizo muy consciente de la suerte de tener a una esposa tan hermosa y la suerte que tuvo su hija al no heredar la mayoría de sus rasgos, solos los ojos amarillos.

Sólo esperaba que al llegar a la pubertad de nuevo, le salieran muchos barros y espinillas, para que este niño no se le ocurriera una tontería.

La clase transcurrió aburrida, lo único interesante era el olor y el turbante que se movía como su hubiera una rata dentro, en DCAO no había parte práctica por su peligrosidad, así que solo estaban para mirar, anotar y escuchar. A veces el niño de oro buscaba conversación que era rápidamente pasada, con respuesta de si y no.

—Y cómo te llamas? Yo me llamo Harry Potter—con su mirada busco ver si su nombre causaba interés a la contraparte, pero su corazón se contrajo al no ver reacción, su corazón se prendió de nuevo viendo la diferencia de su reacción a la de los demás, lo cual hizo que lo creyera más especial y lo buscará poseer más, aunque este no lo supiera.

—Soy Kai, no tengo apellido ni segundo nombre—la mirada del niño de oro se sorprendió y en busca de responder su duda, preguntó

—Eres chico?

—Si—el corazón de Harry se contrajo, pensando que tal vez la contraparte no llegaría a enamorarse de él, no le importara que fuera chico al igual que el, si no que le preocupaba que no tuviera interés en los chicos, sintió su esperanza caerse, pero no lo mostró en su rostro, aún tenía una pizca de decisión para lograr cortejarlo.

—Oh, eres muy hermoso, jamás había visto una veela masculina ni morena

—No soy una veela, o al menos no creo que lo sea—una pregunta curso en la cabeza de Harry, aunque tuviera vergüenza, su naturaleza de león se animo a preguntar

—Qué te parecen los chicos? Te gustan?

—A qué te refieres?

—Qué si te gustan los chicos

—La verdad no me molestaría salir con otro chico, no tengo preferencias la ver... —el mismo corto sus palabras "Que me pasa!? Le hubiera dicho que me gustaban solo las chicas para quitar sus esperanzas! Será que estar en el cuerpo de un niño me volvió imprudente?"

Harry volteo la cabeza para ocultar su cara sonriente de ver una oportunidad, no notó la cara de lamento de Kai que miraba hacia la nada.