Parte siete.

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No encontraba a Michael ni a Ashton, solo veía a borrachos y a parejas que verdaderamente necesitaban un Motel, nadie me resultaba familiar, genial, salí varias veces al patio y nada, no le encontraba, bufé varias veces por no verle, no estaba prestando atención hacia donde iba hasta que me derramaron un cubata encima. LA NOCHE IBA GENIAL, NO PODÍA IR A MEJOR. El chico se disculpó y me fui directa hacia un baño.

-Vas mejorando, Nina- Me dije a mi misma mirándome al espejo mientras me limpiaba el top- No conoces a nadie, vas demasiado fresca, pierdes a Michael y a Ashton y ahora esto. ¿Qué es lo próximo?

-Vaya, una perra provocando.- Había un borracho con una botella de alcohol- ¿Estás sola, bonita?

-No, adiós.- Dije con un tono frío dirigiéndome a la puerta pero noté que me agarraba del antebrazo y me acorralaba contra la pared- ¡Sueltame, capullo!

-No vas a ningún lado...- Dijo ese tipejo besando mi cuello. Era asqueroso, intenté apartarlo pero tenía mucha fuerza el condenado. Noté la puerta abrirse, mi salvación, Michael.

-Suéltala, desgraciado- Le advirtió.

-Hay suficiente para los dos...

Michael le agarro de la camisa y le arrojo contra el suelo, le dió de puñetazos hasta que lo dejó inconsciente, nunca había visto a Michael de ese modo, pero ese lado me gustaba. Fuí directamente a los brazos de Michael.

-Mike, quiero irme...-Dije entre sollozos

-¿Mike?- Preguntó con una sonrisa- ¿Por qué me llamas así?

-No sé...solo quiero irme...- Salimos de la fiesta secándome las lágrimas, me pasó su chaqueta notó que estaba congelada, montamos en su coche y evité mirarle no quería que me los ojos llorosos y mucho menos que dijera nada. Llegamos a mi casa bajé de su coche y me despedí con una sonrisa falsa, antes de dirigirme a la puerta noté que alguien tiraba de mi. Michael me atrapó en sus brazos con una mano en mi cabeza y otra en la cintura.

-¿Crees que no me daría cuenta que estabas llorando?

-M...Michael...- Le abrazé con fuerza y rompí a llorar- Todos los chicos son así, solo buscan el sexo, no puedo defenderme y encima lo de Luke.

-Si tu no puedes, estoy yo.- Dijo con una sonrisa- ¿Quién te dice que yo no soy así?- Bromeó haciéndome sacar una risa, mientras él secaba mis lágrimas.

-No lo eres.- Reí.

-Eso es lo que quieres pensar...- Puso una mano en mi mejilla y besó mi frente.- ¿Me das mi chaqueta, pelirroja?

-Toma, peliverde- Me despedí de él dándole su chaqueta.

Un momento. Tenía mi cara ardiendo, no estaré sonrojada, ¿verdad? Mierda, no me gustaba Michael, o si...Joder, tengo que dejar de pensar en esto. Entré a mi casa con cuidado quitándome los tacones para que mis padres no me escucharan. Subí a mi habitación, me quité la pintura, me puse el pijama y dejé mi pelo suelto. Me acosté en mi cama, escuché un poco a Green Day y me acosté.

-Nina, son las 13:00 a levantarse.- Me despertó mi madre.

-Que sueño...

-¿A que hora viniste anoche?

-A las...3:30- Mentí, en realidad llegué a las 5:30.

-¿De verdad?- Insistió.

-Claro, ¿cuando he mentido?

Siempre.

Me vestí con una camisa blanca de calaveras larga de tirantas, unos jeans negros y unas botas negras. Peiné mi pelo anaranjado y bajé a desayunar con el móvil mirando los mensajes. Le escribí a Michael.

-''Hola, ¿qué tal la noche?''

-''Nina...No estoy para hablar.''

-''¿Qué te pasa?''

-''Mi perro. Ha muerto.''

-''Oh...Lo siento mucho, Mike...''

-''No pasa nada...tiene que pasar''

-''¿Sabes qué? Esta vez te llevaré yo a un lugar. No acepto un no de respuesta.''

-''¿Si digo que no serás pesada?''

-''Mucho.''

-''Está bien''

-''Ven para mi casa cuando puedas''

-''Okay.''

Terminé mi desayuno y me quedé mirando la TV mientras esperaba a Michael, quería que se sintiera bien, se donde llevarle. Pasó media hora y recibí un mensaje que decía ''Estoy fuera'' Salí y allí estaba Michael. Le abrazé, eso de que se muera una mascota era difícil. Le llevé cerca del bosque, le puse mis manos en sus ojos.

-Como me hagas algo, te mató- Bromeó.

-Inténtalo. Reí.- Lo llevé hasta un acantilado donde se veía toda la ciudad, le quité las manos de sus ojos y empezó a mirar.

-No conocía esto, ¿como lo has descubierto?

-Me trajo una vez Lu...-Pausé.- Venía con amigos.

-Vayamos a sentarnos- Dijo sentándose e indicándome que me sentara a su lado. Bromeábamos y gastábamos bromas sin cesar, halagó otra vez mi vestimenta siempre repetía que le encantaba este estilo. Nos quedamos en silencio un rato y me quedé mirándole a sus ojos verdes, me encantaban, se acercó a mi poniendo una mano en mi cuello. Espera. No iría a besarme, no podía ser verdad.

-Gracias...-Susurró en mi oído dándome un beso en la frente.

-¿Q...Qué quieres decir?

-Siempre dices que yo hago cosas por ti, pero, me has ayudado ahora estoy mucho mejor, Nina.- Me dijo sonriendo.- Por cierto, se te ve el brassier.

-¿Te tienes que cargar siempre los momentos?- Dije riendo.

-Así soy- Contestó alzando los brazos- Anda vamos, te llevo a tu casa.

Me llevó a mi casa, me despedí de él. Cada día me parecía mejor, no me lo sacaba de la cabeza, se lo conté todo a Annie, la cuál respondía siempre ''Te gusta'' Claro que no...o sí. No sé.

Él es mi héroe. [Michael Clifford]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora