Dynamite || Jujutsu Kaisen x Lectora/or || +18 || Sexual-shots

|6| Hermanos [Nobara]

Durante muchos años tu hermana y tú tuvieron cuartos separados, pero esta noche hay invitados y tienes que dormir en su cuarto. Los dos se desvisten con rapidez, ocultándose uno al otro y se meten bajo sus respectivas sábanas. La
habitación está a oscuras, pero te das cuenta, por su respiración, que tu hermana está bien despierta.

-Nobara -la llamas.
-Sí -susurra.
-¿Estás dormida?
-No -responde-. ¿Y tú?

Sueltas una risita por la estúpida conversación y sientes una especie de calor que asciende y desciende por tu cuerpo mientras la imagen del cuerpo firme de tu hermana comienza a darte toda clase de ideas sucias, pero sensuales.

-Tengo frío -te quejas-. ¿Hace siempre tanto frío aquí?
-A veces -responde.
-Nobara, ¿por qué no te acercas y me calientas un poco? -le sugieres, con timidez.
-¿Qué quieres decir?
-Pues... si te metieras conmigo bajo las sábanas, nuestros cuerpos se calentarían uno al otro.
-Muy bien -dice.

Nobara se trepa al lecho situado junto al suyo, donde te encuentras tú. Los dos permanecen inmóviles mientras pasan los minutos. Evitan que sus cuerpos se toquen y apenas se atreven a respirar. Luego, fingiéndote dormida, te das la
vuelta y haces reposar tu mano sobre su pantalón del pijama.

Tu dedo está sobre la cinta. Lentamente, desplazas la mano hacia su bragueta y al interior de ella. Sientes un movimiento y te das cuenta de que está respondiendo. De un modo
sumamente lento, tu mano se alarga todavía más y el dorso de tus dedos reposan contra su vagina. Lo rodeas con los dedos. Es grande, húmeda y está muy dura.

Su única respuesta es un suspiro suave. Sin quitar la mano de su vagina, te das la vuelta y la besas. Lo vuelves a besar y
ella te rodea con sus brazos. Los dos jadean. Con tu otra mano, le sueltas la cinta y comienzas a quitarle el pantalón con lentitud. Cuando le pones la cara en su vagina, sacas la lengua y le tocas un poco.

Cuando ya no sale más baba, tomas un pañuelo desechable de la mesita de noche y la secas bien. Su vagina se ha encogido, de modo que te inclinas para chuparle todo. Mientras tanto, ella permanece inmóvil, como si estuviera clavada a la cama, pero vuelve a endurecerse.

-Escucha, hermanita -bromeas con ella-. ¿Tienes hambre? ¿Te gustaría comer algo sabroso?

Guías su cabeza hacia tu clítoris/pene. Se entierra todo en su boca y vuelves la cabeza hacia su vagina. Se lamen con la avidez de gatitos tomando un plato de leche. Cuando ya no pueden resistir más, te desplazas y te sientas sobre su cara.

Se ajusta perfectamente en tu interior. Mientras sus cuerpos se unen, los/las dos gruñen. Alargas las manos, encierras en ellas su rostro y la besas apasionadamente. Ya sabes que tienes una nueva amante y que todo queda en familia.