Dynamite || Jujutsu Kaisen x Lectora/or || +18 || Sexual-shots

|7| Un trío [Maki & Shoko]

-¿Has examinado alguna vez los genitales de otra persona?
Maki no podía responder y permanecía en silencio, esperando lo que iba a seguir.

-Mira lo bonito que es -siguió diciendo Shoko-. Lo húmedo que está y cómo se endurece cuando lo toco.

Mientras hablaba, en tono suave, comenzó a hacer correr sus dedos muy lentamente entre tus piernas y te sentiste pegajosa/o y húmeda/o, llena/o de excitación.

-Ahora, hazlo tú -le pidió a Maki.

La chica dudó. Shoko tomó su mano y comenzó a moverle los dedos imitando a los suyos propios. Maki no podía retirarse, ni siquiera cuando Shoko retiró su mano de la de ella. Pensaste que te agradaba enormemente.

Te sentiste transportada/o a otro mundo, sin preocuparte de quién te estaba acariciando. Lo sentías sabroso y eso era lo único que te importaba. Sentiste que respiraba con fuerza sobre ti y viste que Shoko se ponía tras ella y la desnudaba por completo, sin que él se diera aparentemente cuenta de ello.

Alargaste una mano para devolverle las agradables caricias y se puso de modo que pudieras alcanzarlo sin dificultad. Muy pronto, las dos estaban en la posición «sesenta y nueve», tocándose, explorándose y deseando descubrir qué sabor
tendría.

Moviste sus piernas, de modo que estuvieran sobre ti, del mismo modo que lo habías hecho muchas veces con Shoko. Después de una breve pausa, el cuerpo de Maki estaba sobre ti. Su sabor era... casi dulce. Y las texturas eran lisas y
resbaladizas, pero muy agradables. Moviste la lengua del mismo modo que lo solía hacer Shoko contigo y Maki dejó escapar un suspiro, indicando que le agradaba mucho. Su cuerpo salió al encuentro de tu lengua y comenzó también a besarte, duplicando tus caricias. ¡Era muy buena! ¿Sería posible que Maki fuera mejor que Shoko?

Shoko observó todo unos instantes, antes de desnudarse, y permaneció en pie sobre las/los dos. Comenzó a masturbarse y, al abrir un poco los ojos, alcanzaste a ver su vagina sobre ti. Se inclinó un poco y movió los cuerpos, retirando un poco de ti a Maki. Entró en tu boca y comenzó a brincar en tu cara.

Repentinamente, se salió y se acercó a Maki, que estaba tendida a tu lado y que casi jadeaba de excitación. Se desplazó sobre ella y comenzó a alternarse, primeramente en el ano de Maki y luego en tu boca: del uno a la otra. El sabor de su ano estaba en el consolador que Shoko estaba utilizando y comenzaste a lamerlo, limpiándolo bien, en espera de la siguiente vez que saliera del cuerpo de ella para entrar a tu boca.

Luego, Shoko se concentró en hacerle el amor a Maki y te sentiste muy bien, excitada/o, observándolos. Tenías una gran necesidad de liberarte, pero las dos estaban demasiado concentradas en ellas mismos para darse cuenta de ello.

Decidiste hacer algo para aliviar toda la tensión que se había ido acumulando en ti durante esa escena. Comenzaste a avanzar la mano con timidez entre tus piernas, dándote masaje en el clítoris/pene y tratando de enfocar tu atención sólo en las sensaciones tan agradables que se extendían por tu cuerpo. Era difícil. Te sentías torpe, frente a ellos. Nunca antes te habías masturbado frente a otra persona. Las caricias comenzaron a dar resultados y perdiste conciencia de ti misma, cuando llegó el brillo cegador.

Cuando alcanzaste el clímax, fue de modo brusco y no tan explosivo como habías esperado, pero, de todos modos, tu cuerpo se sentía satisfecho.

Cuando comenzabas a hundirte en una nube de relajamiento, sentiste unos dedos que buscaban tu clítoris/pene. Era Shoko, que te había estado observando. Te ayudó a extender tu placer y tu cuerpo se estremeció con espasmos deliciosos.

Cuando te saciaste, Shoko se movió, te metió el consolador en la boca y comenzó a impulsarse con furia. En un instante, te llenó ese orificio con aquél aparato.

Luego, se volvió a Maki y empezó a lamerle la verga ruidosamente, haciéndole alcanzar su clímax, con un estremecimiento violento.

Más tarde, Shoko y tú condujeron a Maki a su casa, en automóvil. Ninguno dijo nada, tratando de revivir la velada de modo privado. Por tu parte, te preguntabas muy esperanzada/o, si volverían a reunirse los/las tres en alguna otra ocasión.