Zixuan's Little Brothers (traducción)

C9: la gran alianza de los hermanos mayores

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Oro sobre oro se miraron el uno al otro, un silencio incómodo se instaló en la habitación, flotando entre ellos tan pesado como una gruesa manta en invierno.

—No estás contento —dijo finalmente A-Yao, con las manos inquietas desgarrando un pastel pero sin llevarse ningún trozo a la boca.

—No soy infeliz —mintió Zixuan, manteniendo sus ojos en la expresión nerviosa de A-Yao— ¿Por qué sería infeliz? —la pregunta fue un poco demasiado aguda y frunció el ceño mientras tomaba la tetera y se servía más té— Tienes más gente que te cuide ahora, ¿no es eso bueno?

El té no era lo suficientemente dulce como para ocultar la acidez dentro de su boca.

—Dage...

—¿Oh? —levantó una ceja— así que recuerdas que soy tu dage, después de todo.

A-Yao lo fulminó con la mirada.

—¡Piensa en el futuro! Ahora que el líder de la secta Nie y el líder de la secta Lan son mis hermanos jurados, —Zixuan apretó su copa con más fuerza— tienen que darte cara sin importar nada. Con usted casándose con Yanli-jie y yo teniendo un tirón con los Nie y los Lan, esas son las cuatro sectas más grandes unidas por lazos familiares y de amistad. ¡Esta es la mejor manera de garantizar la convivencia pacífica durante al menos una generación, si no más! 

Zixuan hizo un puchero y miró hacia otro lado.

—Habría habido otras formas de unir nuestras sectas.

A-Yao resopló y se cruzó de brazos.

—¡Ellos son mis amigos! ¡Derramamos sangre, sudor y lágrimas juntos! ¡Nos salvamos la vida el uno al otro más veces que puedo contar! ¡Decir que no habría sido un insulto! 

Zixuan sabía esto, sabía que A-Yao tomó la decisión correcta. Eso no hizo que doliera menos.

Después de varios segundos de tenso silencio, suspiró.

—Está bien, está bien, solo... —se frotó la frente— dame un poco de tiempo para acostumbrarme.

El ceño fruncido de A-Yao fue reemplazado por una dulce sonrisa que no podía derretir la mantequilla.

—También podrías considerarlos tus hermanos mayores.

—¿Qué? ¡No! —Zixuan nunca se había sentido tan insultado en su vida. ¿Él? ¿Con hermanos mayores? ¡No necesitaba hermanos mayores!

—Estoy seguro de que podrían llevarte en sus hombros y todo. —La sonrisa de A-Yao era la cosa más indigna de confianza que había tenido el desagrado de encontrar.

—¡Absolutamente no!

—Podría preguntar ~

Zixuan lo agarró, que A-Yao escapó limpiamente con una carcajada mientras salía corriendo de la habitación, Zixuan pisándole los talones, su rostro ardiendo de vergüenza.

—¡No te atrevas! A-Yao, ¡juro que si les dices que me carguen te mataré mientras duermes! 

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—Voy a vomitar —advirtió Zixuan, con el estómago apretado dolorosamente cuando los sirvientes le dieron los toques finales a su atuendo rojo y dorado.

—No vas a vomitar —respondió pacientemente A-Yao, mirando hacia arriba desde donde estaba atando el cabello de A-Yu después de que se deshizo por correr tanto.— Si lo haces, madame Jin te despellejará por ensuciar tu ropa el día de tu boda.