Zixuan's Little Brothers (traducción)

C6: rebelión adolescente

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En un mes, Lotus Pier había caído.

Y a diferencia de los Recesos de las Nubes, todos los que estaban dentro habían sido masacrados, hombres, mujeres y niños.

Zixuan sintió que el mundo se salía de lugar.

—¡Dage! —Las manos de A-Yao lo sujetaron con firmeza y lo dejaron suavemente en el suelo.

—Yo... yo... —Zixuan se quedó sin palabras, mirando sin ver.

¿Ya no sería capaz de cruzar el ingenio con Jiang Yanli? ¿Recibir las bromas de Wei Wuxian? ¿Ya no podría jugar con Jiang Wanyin?

—Xie Bi, ¿qué pasó con los Jiangs? —fue A-Yao quien preguntó qué no se atrevía.

—Se ha confirmado la muerte del líder de la secta Jiang y Madame Yu. Sus hijos y Wei Wuxian están desaparecidos, y se les ha otorgado una recompensa.

Cerró los ojos e inhaló.

—¿Dage?

—Estoy bien ahora, déjalo ir. —Acarició las manos de su hermano y abrió los ojos para mirar a su sirviente— Envía gente a Meishan, la doncella Jiang ama a su familia materna.

—De inmediato, joven maestro.

—A-Yao, ayúdame a pensar en algo para sacar a papá de su culo.

Pero no importa qué argumento bien pensado o súplica emocional dio, Jin Guangshan permaneció impasible, confiado en que mientras mantuvieran la cabeza gacha, podrían capear la tormenta.

—¡Ese hombre insufrible! —Zixuan pateó una mesa, enviándola volando contra una pared y rompiéndola en pedazos— Primero Cloud Recesses, luego Lotus Pier, cada vez que dejamos que se salgan con la suya con lo que quieren, presionan cada vez más. ¿Realmente cree que la Torre Koi tiene una oportunidad?

A-Yao juntó sus manos dentro de sus mangas y le dio a Zixuan una mirada amarga.

—A mi padre no le importa lo que les pase a los demás, mientras Koi Tower no sea molestado, no moverá un dedo.

Zixuan gruñó y pateó un cojín, haciéndolo volar a una columna, la fuerza del golpe sacudió el marco de madera y envió polvo del techo.

—Si el padre no fuera el líder de la secta, haríamos tantas cosas —murmuró en voz baja, mirando con puñales el cojín deformado.

—¡Shh! ¡Dage! ¡No digas eso en voz alta! 

Zixuan agitó su mano.

—Sí, sí, lo sé —suspiró y se frotó la cara. ¿Qué iban a hacer ahora? Eran demasiado limitados, ninguno de ellos era mayor de edad todavía.

Después de un momento, A-Yao se acercó y tiró de su manga, haciendo que Zixuan descubriera su rostro y se volviera para mirar su expresión seria.

—Zewu-jun fue a hablar con otros clanes, creo que debería-

Sabía lo que iba a decir antes de terminar.

—No.

A-Yao frunció el ceño.

—Dage, no me dejaste terminar.

—Porque no es necesario, no lo estás haciendo —respondió Zixuan con firmeza, entrecerrando los ojos ante la obstinada elevación de la barbilla de A-Yao.

—¡Alguien tiene que hacerlo! ¡No podemos luchar contra los Wen solos! 

—¡Entonces haz que uno de los sirvientes lo haga! ¡Para eso les pagamos!