Prólogo

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Cuando la conocí supe perfectamente que su llegada cambiaria mi vida, pero nunca pensé que llegaría a un límite tan alto. Porque las circunstancias que nos llevaron a conocernos­­­ no fueron las mejores... O mejor dicho a conocerla a ella, porque ella me empezó a conocer cuando creció. Ya sé lo que están pensando y no... No soy un pedófilo, lo juro. Dejen que les explique, pero antes de contarles como fue ella llego a mi vida, necesito contar como cambio la mía para llevarme a mi destino de encontrarme a ella.

La vida no siempre está llena de bellos momentos y absoluta felicidad, esperas que vas a crecer con tus padres hasta que llegue el momento de ingresar a la universidad donde comienzas poco a poco a independizarte, termines tus estudios y comiences a trabajar, quizás en el camino encuentres a tu pareja en tu trabajo o por circunstancias similares hasta que transcurra el tiempo y te cases para formar tu propia familia con tu esposa e hijos para que ellos comiences con la misma historia. Pero como mencione antes, la vida no siempre es como crees.

Siempre habrá problemas en el camino, algunas personas logran superarlos y continúan como se espera que sea la vida. Lamentablemente hay algunas que ni siquiera nos dan la oportunidad de conseguirlo, yo me incluyo en esa lista.

Crecí con una familia amorosa, mis dos padres y mi hermano Félix. A pesar de haber estudiado en casa no me puedo quejar de que fui feliz, pero todo cambio a partir de que cumplí 9 años. De un momento a otro mi padre ya no le permitía a mi madre y a mi salir, mi hermano ya asistía a la universidad incluso ayudaba a mi padre con la empresa porque el sería el responsable de ella un día.

 Algo que también cambio fue la llegada de Kagami la hija única de la socia de mi padre a nuestra mansión, todo iba con "normalidad". Kagami y yo nos hicimos mas amigos de lo que ya éramos, Félix se hizo novio de Bridgette (hija del matrimonio Dupain-Cheng; dueños de la panadería que visitábamos seguido mi madre y yo).

Pero todo se fue a la mierda un año después. Cuando la luz comenzó a notarse en el cielo de París, mi madre fue a despertarme como todos los días. Lamentablemente hoy no era como todos los días.


— Buenos días mi bebé bonito— Mencionó mi madre con ese tono tan lindo y dulce que utilizaba para despertarme.

— Buenos días mamá, y no me digas así. Ya no soy un bebé, tengo 10 años —Le contesté mientras trataba de quitarme el sueño y me acercaba a ella para darle un beso en su mejilla mismo que ella respondió.

— Sabes muy bien que siempre serás mi bebé hermoso. Baja al comedor para desayunar, mientras iré a despertar a Kagami y nosotras te alcanzamos— Dijo mi madre para luego irse de mi cuarto.

Yo me levante para buscar mi ropa y meterme a bañar para luego de 10 minutos de ducha, salir y vestirme para luego bajar a desayunar.

— Buenos días — Saludé mientras tomaba asiento junto a Kagami.

— Buenos días — Respondió Kagami seguida de mi hermano Félix.

Todos estuvimos desayunando tranquilos hasta que mi padre salió de su oficina para dirigirse al comedor donde todos estábamos.

— Félix, terminando de desayunar quiero que vayas a mi oficina. Después arréglate que iremos a la empresa. — Hablo mi padre con su ya nada nuevo, tono de voz frío.

— Padre es sábado hoy, a parte te pedí que hoy me dieras el día libre en caso de que quisieras avanzar con algunas cosas. Ya nació la hermana de Bridgette y hoy quería conocerla. — Dijo mi hermano mientras miraba a mi padre.

¿Ya nació la pequeña? — Preguntó mi madre mientras se limpiaba las comisuras de sus labios para retirar el resto de comida que le hubiera quedado.

HI, DADDY (Adrinette) | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora