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El peliverde se encontraba vagando por los pasillos de la residencia, planeando rutas de escape para la castaña.

No podía darse el lujo de tardar mucho tiempo o de lo contrario Hakuji la asesinaría o experimentaria en ella.

Era su única amiga, bueno, si es que podía llamarse así, en realidad fue la primer chica en interactuar con él dejando de lado a las que estaban en la servidumbre.

No podía dejarla ahí, y menos con lo que le contaron Kanata y Kuina. Si no ayudaba Shoko moriría en ese sombrío lugar.

Era alguien importante para él, así como lo es Koyuki. Las dos mujeres más importantes en su vida.

Conociendo a su familia, harían cualquier cosa para buscar al ser perfecto y teniendo en cuenta las características de la joven estaban un paso más cerca de cumplir su meta.

Pensándolo bien, si ella nunca hubiera aparecido en la residencia no habría tenido que pasar por toda esa tortura.

Lo mejor para su bienestar era no haber estado ahí con ellos. Aunque claro, debió haberlo previsto, Hakuji no era tonto y gracias a sus influencias dentro del Seireitei podía hacer y deshacer a voluntad, tomó la excusa de "clases de etiqueta" para la joven cuando en realidad puso en cuenta sus habilidades y de inmediato supo que era una candidata potencial.

Dejando de lado que tenía rasgos finos y lindos ojos, parecía tener algo de elegancia en sus movimientos ya que al pelear sus ataques eran demasiado suaves en comparación a los de sus compañeros. Además de ser muy rápida y habilidosa en el arte de la espada.

Todos fueron demasiado tontos al aceptar esa mentira de que carecía de modales.

No podía regresar el tiempo, pero si podía ayudarla a escapar para enmendar su error.

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—¡Hermano! — llamó una niña

—¿Ahora que quieres mocosa?

—¿Cuándo vamos a entrenar?

—En cuanto estemos seguros

—¿Cuándo estaremos seguros?

—Estaremos seguros al encontrar un lugar seguro para ti

—¿Por qué repites las palabras?

—No las repetí

—¡Claro que sí! Dijiste: estaremos seguros al encontrar un lugar seguro para ti — mencionó entre comillas

—¿Sabes que eres irritante?

—¿Sabes que tu también lo eres? ¡Solo te hice una pregunta! No es para que me hables así

—Ay que delicada

—Soy una dama y es obvio que soy delicada

—¿Dama? Jajaja no me hagas reír mocosa

—¡No es gracioso grandisimo idiota!

—Ya ya, calmate, no es para tanto... Regresando al tema, ¿recuerdas a las personas malas? Ya estamos fuera de su alcance así que estamos cerca de un lugar seguro.

—¡Bien! — dijo con total emoción la niña que llevaba consigo una bolsa llena de frutas entre sus brazos.

Habían caminado por un día entero en busca de un lugar fuera de peligro y por fin lo habían encontrado, como era de esperarse estaba rodeado de árboles frondosos y algunas cuevas a la cercanía, por lo tanto, tendrían varios lugares para esconderse.

El mayor le ordenó a la niña quedarse oculta entre dentro del tronco de uno de los árboles, la niña parecía confundida porque no creía poder ocultarse dentro de un árbol pero cuando se acercó vió el agujero que había y sonrió haciendo lo ordenado.

𝑳𝑨 𝑭𝑳𝑶𝑹 𝑫𝑬𝑳 𝑰𝑵𝑭𝑰𝑬𝑹𝑵𝑶 ~𝑨𝑰𝒁𝑬𝑵 𝒙 𝑶𝑪~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora