𝑳𝑨 𝑭𝑳𝑶𝑹 𝑫𝑬𝑳 𝑰𝑵𝑭𝑰𝑬𝑹𝑵𝑶 ~𝑨𝑰𝒁𝑬𝑵 𝒙 𝑶𝑪~

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Pasaron 10 años, Shoko ya podía hacer uso total de Hidoi Setsuri, Sayu y Soichiro también habían activado el shikai, pero Aizen aún no conseguía el dominio total de Kyoka Suigetsu

Aunque los años pasaron Aizen continuaba con ese extraño comportamiento y Shoko no lo dejaba de lado, había decidido seguirlo cuando no tuvieran deberes en los escuadrones, afortunadamente Ryuu era muy accesible y le daba muchos permisos a la joven. Eso le facilitaba muchas cosas.

Una tarde en la que supo que Aizen estaba libre lo siguió, y para su suerte ella era demasiado sigilosa (para algunos escurridiza) así que no tendría problema alguno. Aizen se dirigía al bosque, a un lugar tan oculto que incluso para ella habría sido difícil de encontrar; esperó a que Aizen se detuviera mientras ella se sentaba en una rama de un árbol. Lo miró con atención y el desenvainó su espada, "destroza Kyoka Suigetsu"; fueron las palabras del chico, y poco a poco su visión comenzaba a distorsionarse causándole un intenso dolor de cabeza, cerró los ojos por un momento y al abrirlos Aizen ya no estaba ahí. Carajo, no debe de haber ido lejos, el no es demasiado rápido; dijo para si misma pero de nuevo su visión se distorsionó, esta vez no cerró los ojos y notó que Aizen estaba ahí, como si no hubiera desaparecido.

Será mejor que descubra que es lo que pretende.

–¡Oye! Creo que deberías vigilar mejor tus alrededores o alguien mas podría descubrirte – gritó llamando la atención del castaño

–¿¡Shoko!? ¿Qué haces aquí? – espetó con gran sorpresa

–Vengo a descubrir que traes entre manos– saltó de la rama y cayo justo delante de él

–¿Qué es lo que tengo entre manos? Yo no he hecho nada malo

–Aún no, y si estoy aquí es porque has tenido un comportamiento muy extraño desde que ingresamos al Gotei  13, no eres muy bueno para ocultar los cambios en ti Sōsuke – dijo mientras se recargaba en el árbol y cruzaba los brazos.

–No se de que hablas

-No te hagas el inocente, se que tramas algo

-Lo único que intento hacer es poder mejorar las habilidades de mi zanpakuto- dijo el mientras dirigia su espada hacia Shoko quien la quitó con una mano, pero hubo algo que la desconcertó. Un sentimiento de ¿soledad? la zanpakuto de Aizen transmitía ese sentimiento que llegó al corazón de Shoko haciéndola sentir muy mal, como aquella vez que vió morir a su querido hermano, una gran tristeza la invadió pero debía descubrir lo que pasaba con él, y no podía dejar que el sentimentalismo la detuviera.

-No estoy muy segura de eso, ¿qué te parece si envainas tu zanpakuto y hablamos civilizadamente?

-Estamos hablando Shoko- antes de que el pudiera continuar, Shoko escuchó un ruido a lo lejos, un crujido como si pisaran una rama y tomó del brazo a su compañero y lo guió hasta un árbol aún mas alto y subieron a una rama -¿Puedo saber que es lo que ocurre?

-Alguien esta cerca, lo mejor será que no hagas demasiado ruido o nos descubriran- A cada segundo el crujir se escuchaba mas cerca, y a los pocos minutos aparecieron tres shinigamis. pareciera que buscaban algo.