𝑳𝑨 𝑭𝑳𝑶𝑹 𝑫𝑬𝑳 𝑰𝑵𝑭𝑰𝑬𝑹𝑵𝑶 ~𝑨𝑰𝒁𝑬𝑵 𝒙 𝑶𝑪~

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La noche anterior Shoko no cenó y no se movió de su lugar ni siquiera para colocar su futón. Honestamente la vida de una mujer apestaba en el periodo Edo, si tan solo las mujeres no se dejaran pisotear por los hombres las menores no tendrían que sufrir de esa manera, justo como lo hacía ella. No pudo dormir ni un poco pero en medio de sus pensamientos recordó lo que le había contado Tokinada y de inmediato se levantó, buscó algo en donde anotar todo antes de olvidarlo; después de minutos buscando hojas encontró un par en el último cajón de su pequeño mueble.

—Creo que debo de dejar de usar las hojas para hacer figuras de origami...
Bien, los Berserkers eran liderados por una mujer conocida como "matriarca" y como en toda raza existe una jerarquía por lo tanto después de ella están "los centinelas", seguidos de "los guardianes" y por último los discípulos. La matriarca fue acorralada por los shinigamis, hollows y quincys, de la misma forma en que fueron acorralados y asesinados sus subordinados. Los Akita, "el profeta" ideó el plan para acabarlos uniendo a todas las razas, los Berserkers fueron la primera raza creada por el Rey Espiritual... Sólo falta saber la ubicación en esos tiempos y sus habilidades, lo demás esta completado. Cielos ¿ese es el sol? —preguntó mirando los tenues rayos de luz que comenzaban a invadir su habitación —Creo que debería aprovechar esta semana para limpiar y ordenar.

Guardó las anotaciones que hizo sobre la misteriosa raza y después ordenó todo, realmente no tenía muchas cosas pero el no haber estado dos semanas estaba lleno de polvo. Minos también se encontraba algo desanimado, lo sabía porque no la estaba molestando como de costumbre

—Hey, no es para tanto, podemos sacar ventaja de esto Minos... Quizás Tokinada nos muestre más cosas sobre los Berserkers y los Akita

—No me interesa, te pondrán límites ¡y sabes muy bien que no me agrada recibir órdenes ni tener limitaciones!

—Mejor ni te hubiera hablado

—¡Oye!

—Si si ya te oí, no se de que te quejas si tu no serás quien obtenga todas las reprimendas

—Es genial ser un espíritu

—Que gracioso. Bueno, ¿qué puedo hacer en esta semana? Tengo tiempo libre ya que no creo que el capitán me ponga a trabajar

—Mmm, puedes ir con tu gran amigo Sōsuke o con los otros dos a informarles que no estarás aquí durante un largo tiempo—dijo este haciendo énfasis en "largo"

—Es cierto, los había olvidado

—No se que sería de ti si no estuviera yo

—Ja-ja, me iré a buscarlos así que no interfieras en nada

—De acuerdo

Shoko salió de su habitación y después de las barracas, era aún muy temprano y no creía encontrar a sus amigos en ese momento. Se quedó pensando un momento y fue a la biblioteca, ya había leído todos los libros y no podría hacer otra cosa ahí, volvió a pensar y al mirar hacia arriba decidió que subiría al tejado y esperaría hasta que fuera un poco más tarde. Sacó de su hakama un listón rojo con negro y comenzó a trenzar hasta formar una pulsera, con el resto hizo lo mismo. "Es una lástima que no tenga más"

—Buenos días Shoko

—¿Ah? Ah buenos días Sōsuke ¿qué te trae por aquí?

—Vine a dejar unos libros que tomé las semana pasada ¿y a ti?

—Pues justamente estaba esperando que fuera un poco más tarde para ir a buscarte y a los demás para poder despedirme

—¿De qué hablas?