Capítulo 8

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Muajajajajaja he logrado acabar con este capítulo :P Aquí nos centramos un poco más en ItaDei n.n

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-¡Itachi que dejes ignorarme! - gritó un rubio frustrado de que el otro no le hiciera caso en toda la mañana. Lo único que había hecho durante toda la santa mañana había sido mirar por la ventana y suspirar, esa acción estaba enamorando a todas las fans del mayor, pero al rubio le estaba irritando de sobremanera.

Enfadado cogió al moreno del cuello de la camisa, tiró de él y le besó delante de todo el aula. Fue un beso casto y algo rudo por lo brusco que había sido el rubio, pero bastó para que hiciera el efecto que esperaba. Llamar la atención del contrario.

El mayor abrió los ojos sorprendido ante la acción del rubio y qué decir de los demás estudiantes. El aula se sumió en un gran silencio que ni las locas fans del moreno se atrevieron a romper.

No impotándole el estado en que había dejado a todo el mundo, el rubio se separó del mayor, se levantó de su asiento y se marchó dando un gran portazo, dejando claro que seguía enfadado con el de cabellos brunos. El silencio seguía presente aún cuando el rubio había abandonado el lugar, pero que se rompió poco después por el grito de varias de las chicas las cuales se acercaron al moreno para pedirle una explicación sobre lo ocurrido, cosa que no obtuvieron, no teniendo en cuenta que el mencionado seguía estupefacto por el actuar del de ojos azules.

Ignorando a todas las pesadas que se habían reunido a su alrededor salió por la puerta en dirección a la azotea para buscar al rubio y pedirle una explicación coherente que su pobre cerebro pudiera entender, ya que este no lograba procesar bien lo sucedido. Ni siquiera sabía el por qué el más bajo se había enojado con su persona, no es que realmente le estuviera ignorando, simplemente se había sumido en sus pensamientos. Cierto que tal vez, más de la cuenta, pero seguía sin ser motivo suficiente para generar semejante respuesta, por lo que sospechaba que algo más debía de estar molestando al rubio y lo iba a averiguar.

Por otra parte el rubio una vez se había alejado de todo el escándalo que había provocado caminó sin rumbo por la universidad, ya algo más tranquilo, para pensar en lo que había hecho. Maldiciéndose internamente por su carácter explosivo que tenía que salir en ese preciso instante. Con un suspiro cansado repasó mentalmente lo que había pasado desde aquella mañana, lo que le llevó a reaccionar cómo lo hizo.

*Flashback*

Al despertarse oyó el grito frustrado del azabache menor, pero no le dio importancia. Se levantó, se dirigió al baño que había en su cuarto y se dio una larga ducha relajante. No sabía por qué, pero presentía que iba a necesitar toda la relajación posible para ese día.

Al salir se centró en secar su largo cabello con una toalla, sabiendo que tardaría lo suyo en lograrlo, teniendo en cuenta la gran cantidad queposeía, y luego procedió a vestirse con la ropa quehabía escogido para aquel día cuando la señora Uchiha se adentró a su cuarto, sorprendiéndolo y extrañándolo.

-¿Deidara-kun... podemos hablar? - pidió la mujer con una dulce sonrisa adornando su fino rostro.

Extrañado asintió y se sentó en el borde de la cama al tiempo en que la mujer hacía lo mismo y se sentaba a su lado tranquilamente. Esperó un buen rato a que ella hablara, pero como parecía que no lo iba a hacer procedió a hacerlo él.

-¿Pasa algo Mikoto-san? - preguntó con gran curiosidad. Ella solo le miró y suspiró.

-Mis hijos son idiotas. - declaró ella finalmente.

Esa respuesta descolocó completamente al rubio el cual la miró confundido, pero con una gran curiosidad que no podía con ella así que al final tuvo que dejarla salir.

Intento de ConquistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora