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Después de sus palabras, me levanté temblorosa mente y salí de allí. Así que seré su puta ?

Pero por que se tomaría el tiempo de hacer que su puta aprenda a comportarse en sociedad y vaya a clases de autodefensa ? Si antes tenía dudas, ahora mi cabeza estaba por explotar.

Los siguientes días todo regresó a la normalidad, en lo que cabe, no lo volví a ver, pero por alguna razón no podía dejar de pensar en lo que pasó esa noche, esa sensación es nueva para mí, investigué un poco más sobre el sexo, quería entender todo lo que paso, y vaya que encontré bastante información, también comprendí por que la señora del servicio llegó a mi habitación el día que ese hombre y yo tuvimos sexo y me obligó a tomar una pastilla, que ahora se que es anticonceptiva, madrecita querida, menos mal, tener hijos del señor oscuro? Miedito, serian como los hijos de Lucifer.

Mientras seguía divagando sobre lo sucedido en el jardín disfrutando el atardecer, uno de los pocos lugares de la casa que me gusta, se acerca una de las mujeres que trabajan aquí

- Señorita debe acompañarme, la Dra. acaba de llegar y la está esperando- Me dice.

- Vale.

No me molesto en preguntar nada más porque se que no obtendré respuestas, intentar recaudar información con esta gente es peor que hablar con la pared.

Pasamos por  la cocina, uno de los enormes salones, hasta llegar a un ascensor.

Whaaaaaaaat?! Demonios, no sabía que había uno, yo de pendeja subiendo las eternas escaleras siempre.

Llegamos hasta una de las habitaciones, abrió la puerta y me topé con paredes blancas, una camilla de esas que hay en los hospitales, y otros aparatos. ¿Quien coño tiene en su casa un mini hospital ? El señor oscuro claro.

Detrás de un escritorio está una mujer de cabello gris y gafas, de unos 50 años quizás. Con una sonrisa en los labios me señaló otra puerta que había en la habitación, y me dijo que me quitara la ropa y me pusiera una bata que estaba allí, al salir con las manos me indica que me acueste en la camilla.

- Hola Enid, gusto en conocerte, soy la Dra. Casandra Brakford, seré tu ginecóloga vale? -Me dice.

- Hey, okay... - Estoy un poco sorprendida la verdad.

- Ahora pequeña, abre las piernas

- QUE ? -intento incorporarme rápidamente

- Tranquila, no te haré daño, solo quiero revisar que todo este bien aquí abajo entiendes ?

- Esta bien, esto no tomará mucho tiempo verdad ?

- No, solo unos minutos.

Hace que abra las piernas, hay una pantalla de tv cerca de nosotras, me pregunta cosas básicas sobre mi higiene, ciclo menstrual, si ya tuve sexo, etc. Al cabo de unos minutos me siento más relajada, pero eso no dura mucho, la Dra me coloca en la vagina una sustancia oscura, le pregunto que es.

- Es solo yodo, ayuda a lubricar un poco esta zona - Me dice, y antes de reaccionar me inserta un aparato por allí.

-JODEEEEER - Creo que ese grito  se escucho hasta en China, milagrosamente no me dolió la invasión pero si me asustó.

- Relájate o va a comenzar a doler de verdad, te he insertado una cámara para mirar dentro de ti, es la mejor manera de detectar problemas.

Allí me doy cuenta de que en la pantalla que está cerca, se ve mi vagina por dentro en todo su esplendor, wow.

- Por aquí se ve todo bien, perfecto, te quitaré un poco de sangre, te pondremos una inyección anticonceptiva y ya terminamos por hoy - Procede a quitarme ese aparato y indica que me acueste boca abajo.

Me pone la inyección rápidamente y voy a vestirme, al volver me da unos cuantos consejos, unas pomadas y deja que me vaya.

Definitivamente esta experiencia no se me olvida nunca, estupido o no, termino tan agotada que voy a mi habitación y me quedo dormida al instante.