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La cabeza duele, mis párpados pesan, después de unos minutos intentándolo consigo que mis ojos me hagan caso y se abran, al hacerlo me doy cuenta que estoy en una cama demasiado grande para una sola persona pero bastante cómoda, en una habitación enorme y bonita, no tiene ventanas, pero si un sofá y una mesa, me levanto lentamente y me mareo al instante, probablemente por la falta de comida, después de esperar unos segundos el mareo pasa y camino hacia una de las  puertas que veo , al abrirla me doy cuenta de que es un vestidor pero no hay ninguna ropa a la vista, salgo de allí y abro otra, esa es el baño, joder, que baño más lindo, podría mirar mi reflejo en el si quisiera, la última puerta está sellada, así que supongo que esa es la salida.

Camino de nuevo hacia la cama y me quedo sentada esperando que alguien entre por esa puerta, para matarme o lo que sea que el destino quiera, ya me da igual, creo que después de todo lo que pase ya aprendí que la palabra felicidad no existe ni va a existir en mí vida, pasan los minutos y sigue sin pasar nada, el cansancio vuelve a mi, me dispongo a dormir de nuevo, cuando estoy por hacerlo, la puerta de abre, me levanto asustada pensando que es ese hombre, en cambio entra una mujer con uniforme de limpieza  supongo que trabaja aquí, en sus manos trae una toalla y ropa, deseosa de obtener información, le pregunto :
- ¿Qué hago aquí? ¿puedes ayudarme? Te suplico que me ayud… - Antes de terminar la oración se va y cierra la puerta –

Otra vez sola de nuevo, en fin, agarró todo lo que ella trajo y entró al baño, tengo un olor horrible, mi cabello todo enredado he igual de sucio que todo mi cuerpo.
Después de media  hora o más salgo de la ducha, nunca en mi vida me había dado un baño así de largo, mis duchas eran con suerte una vez cada dos semanas y apenas con un jabón común, y consistía en echar el agua que había en un pote con un vaso, esparcir en jabón rápido y ya, todo en menos de diez minutos. Al salir del baño me pongo la ropa que trajo la mujer, consiste en ropa interior, un jeans y una blusa, la ropa se veía cara, probablemente costaba más dinero de lo que tuve en mis manos alguna vez.

Me senté de nuevo en la cama, más esta vez no pasó mucho tiempo antes de que la puerta se abriera y entrará la misma mujer, me dijo:


- Por favor venga conmigo, el señor la esta esperando.
Accedí a su petición y la seguí, muchos se preguntarán por que no aproveché la oportunidad para salir corriendo y buscar una salida, si algo me enseñó la vida en las calles es confiar siempre en tu primer instinto y en este instante el mío me dice que si intento hacer algo así me llevo una bala en la cabeza.
Bajamos por unas escaleras que parecían interminables, este lugar era enorme y bastante tenebroso, de un color opaco y sin vida, después de unos minutos llegamos a una puerta, la mujer la abrió, espero a que entrará y se marchó silenciosamente, no me dio tiempo de analizar la habitación por que el hombre sentado allí estaba mirándome fijamente, de nuevo, el miedo me paralizó, había un no se que en su mirada que hacía que el terror se hiciera presente en mi.


El señaló con la mano el asiento a su lado , allí me di cuenta que estábamos en un comedor y que íbamos a cenar, después de unos segundos seguía sin poder reaccionar , dio un golpe fuerte en la mesa y volvió a señalar el mismo lugar, aún más aterrada que antes obligue a mis músculos a reaccionar, no quería que se enoje más.

Me senté temblando de pies a cabeza, con la mirada me indicó que comenzará a comer, tenía el estómago cerrado por causa del miedo  pero me obligue a hacerlo, mientras tanto el seguía  con su mirada puesta en mi, eso me incomodaba bastante pero trataba de ignorarlo, cuando termine levanté la mirada y lo mire, el se levantó, me agarró de brazo y acerco su boca a mi cuello, joder, de nuevo con eso, primero lo beso lentamente pero después sin darme cuenta comenzó a chuparlo hasta el punto de ocasionarme dolor, intente liberarme, fue peor, me apretó tan fuerte los brazos que seguro y dejaban marcas, lágrimas salían de mi, el dolor en mi cuello era intenso, después de un tiempo el se alejó y me soltó, caí al piso, mis piernas se sentían débiles, se fue sin hacer nada más, no se cuantos minutos me quedé allí llorando en el suelo, esa mujer volvió a aparecer y me llevo a la misma habitación, veía lástima en sus ojos pero no hizo nada para ayudarme.

No se cuantas horas me quedé allí tendida llorando, mi cuello seguía doliendo mucho y ahora se sumaba el dolor en mis brazos, que también se quedaron con una marca horrible, cuando mi mente no pudo más del cansancio me entregue a los brazos de Morfeo, mañana será otro día, da igual, de todos modos  no es que este emocionada por ello.


Y aquí otro capítulo nuevo, espero que les haya gustado, me encantaría que dejen su voto y un comentario de que les pareció.
Les gustaría saber quién es ese hombre que hasta ahora no ha hablado? Raro que no hable verdad ?  Besos y abrazos psicológicos para todas 😘

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