FELIZ NAVIDAD

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Gilbert trató de controlar el movimiento de su pierna, la emoción lo estaba controlando, algunas personas  lo observaban pero después de un rato se dió cuenta que no lo podía controlar y le dejó de importar.

Estaba a unos minutos de volver a ver a Anne y era en lo único que podía pensar, habían terminado su semestre al mismo tiempo y Gilbert había viajado toda la noche para llegar en los primeros trenes a Charlottetown, había dormido un poco pero no lo suficiente, pero en este momento le importaba menos.

Apenas el tren se detuvo Gilbert saltó de él, se habían puesto de acuerdo y Anne estaría ahí, miró alrededor cuando sintió a alguien abrazándolo.

"Anne" susurró emocionado. Anne se apartó de él sonriendo y lo besó.

Las cargas que había tenido Gil todas aquellas semanas sin verse fueron destruidas una por una por una seguridad que le proporcionaba estar con ella.

Se separaron cuando escucharon el silbato sonar, anunciando que el tren partiría nuevamente, Gilbert ayudó a subir las cosas de Anne y se sentaron juntos.

Todos los chicos de Avonlea habían regresado el día anterior después de clases, solo Anne se quedó para regresar juntos, por lo que no tuvieron la preocupación de que alguien los viera y para ellos el decoro establecido era lo menos importante, se habían extrañado y querían estar lo más juntos posible.

Bash los recogió y llevó a Anne a Green Gables, se despidieron con solo un poco de tristeza, porque sabían que se verían para la cena.

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Dormidos en el granero fue donde Bash los encontró en la mañana de Noche Buena, estaban sobre la paja y Anne descansaba sobre el pecho de Gilbert y él le rodeaba la cintura con su brazo.

Habían estado leyendo, pero el cansancio los arrastró, la noche anterior cada uno había tratado de estudiar lo más posible para poder estar totalmente juntos esos días.

"¡Blythe!" Gritó Bash. Los dos se despertaron y se separaron abruptamente asustados. "Anne, Marrilla llegó y pidió si podías ayudarla con el pastel"

Anne se levantó rápidamente sacudiéndose y se fue a la misma velocidad.

"No estábamos haciendo nada malo, lo juro" dijo Gilbert levantando las manos en señal de inocencia.

"Lo sé, lo sé y te creo y el acto sexual no es en si malo. Solo recuerda que la reputación de una mujer es muy frágil y si hubiera sido la señora Lynde ya estarían camino al altar" dijo Bash con un suspiro" Mira, los dos tienen tantas cosas por hacer aún y no creo que quieras que le gente empiece a hablar de Anne, no es justo lo sabemos, Anne no sería la única culpable, pero la gente es así, no dirán nada de ti y por eso debes ser más consiente de tus actos si realmente amas a Anne"

"Tienes razón, lo siento"

"Solo lo digo porque está vez fui yo y si quieren ser más cercanos solo tengan cuidado en dónde están y quién viene".

Gilbert asintió,agradecía el consejo y a la vez se enfureció porque Bash tenía razón cualquier cosa que saliera mal tacharían a Anne, siempre condenaban a la mujer aún en cuando fue en contra de su voluntad, recordó toda la situación de Josie y eso solo comprobó todo.

Sabía que lo único que estaba en sus manos era respetar a las mujeres y tuvo la esperanza que con el paso del tiempo quizá en unos años todos los hombres lo pudieran hacer.

Llegada la noche todos se sentaron a cenar, en ningún momento hubo silencio, solo risas y anécdotas, Anne captó la mirada de Gilbert y ambos sintieron una inmensa felicidad, ESTA ERA SU FAMILIA, la familia que eligieron, que los acogió y les dió todo el amor que tenían para dar.

"Quiero agradecerles" comenzó Anne " por aceptarme como parte de su familia, hoy falta un miembro querido, Mary" dijo mirando hacia arriba" te extrañamos locamente, pero tú también hiciste esta familia y solo nos queda conmemorarte con la misma felicidad con la que siempre viviste y seguir siendo eso,una familia, salud" Bash fue el primero que tomo su copa y dijo "salud" tenía los ojos llorosos al igual que Elija pero había sonrisas en sus rostros, solo la felicidad era la única forma de conmemorar a la bella Mary.

Cuando pasaron a la sala bailaron y rieron, cantaron.

Anne se burlaba de su voz y Bash contaba como en el barco no podía dejar de cantar esa canción sobre besar.

Gilbert burlándose empezó a cantar la canción y todos se le unieron, inclusive el silencioso Matthew.

Mientras todos reían Gilbert miro a su alrededor y pensó en su padre, lo extrañaba todos los días, extrañaba sus consejos, sus bromas, no había día que no lo extrañara, aprendió a vivir con ello pero el dolor no desapareció.

Observó a Bash, reía, pero sabía que en el fondo de su corazón aún había dolor por la ausencia de Mary.

Pero ahora supo mirando a su gente que era preferible haberlos conocido y sentirse amado por ellos que nunca haberlos conocido simplemente por el miedo al dolor que podía causar.

Su padre y Mary lo amaron y solo podía voltear a ver los recuerdos con una luz de alegría y no de tristeza, si, le hacían falta pero sabía que nunca lo habían dejado.

Lo podía ver en las pequeñas cosas de su vida.

Lo vió en la familia Lacroix, encontró un hermano en Bash y lo estaba descubriendo en Elija, encontró el cuidado en la señora Lacroix dentro de esa dureza que aparentaba, encontró una sobrina a la que estaba seguro que amaría y cuidaría siempre.

Encontró un padre en Matthew, diciendo las cosas precisas y la verdadera preocupación en él. Encontró la madre que nunca conoció en Marilla siempre atenta, siempre preocupada, siempre haciéndole saber que estaban ahí para él.

Encontró el amor en Anne, la chica más brillante que conocía, capaz de dar amor sin haberlo conocido antes.

Sabía que todavía estaban con él porque le dieron esa maravillosa familia y fue el mejor regalo que pudo haber recibido de Navidad y de su vida.

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