Alivio

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La carta de Anne llegó unos días después, casi dos semanas desde que él había enviado su carta y cuando la recibió sintió miedo de lo podría contener, tardó más de una hora en agarrar valor y abrirla, la miró fijamente todo ese tiempo, la letra de Anne poniendo su dirección, como sus otras cartas, pero quizá está iba a ser diferente.

"No seas cobarde Blythe" se dijo a si mismo mientras tomaba la carta y la abría.

"Mi queridísimo Gil..."

Gilbert soltó un suspiró de alivio, Anne no lo llamaría así si ya no quisiera saber nada de él.

"Tengo tantas cosas que contarte, perdona la tardanza, creo que tu carta llegó el mismo día en que comenzó todo y nadie me avisó de ello hasta hoy que pregunté si de casualidad había llegado una carta para mí, cuanto lo siento mi querido, pero espero que me puedas perdonar después de que te cuente todo lo que ha pasado.

Oh Gil, al comienzo fue todo tan terrible, ¿Recuerdas a mi amiga Kak'wet? Te conté que estaba en contra de su voluntad en una escuela donde la maltrataban, pues Matthew y yo habíamos ido cada ciertos días para ver cómo iba su situación, pues sus padres se quedaron fuera de la escuela hasta que se las entregarán, pero cada vez daban más pretextos, Matthew y yo lo notamos pero no sabíamos que hacer.

El día que llegó tu carta yo había salido a llevarles comida a Aluk y Oqwatnuk, fui pensando que no necesitaria acompañamiento de Matthew, solo iba a eso, pero me encontré que ellos tenían a Kak'wet con ellos pero les estaban apuntando con arma, trate de calmarlos pero las cosas se salieron de control.

El arma del hombre se disparó, las cosas de habían puesto tan tensas y realmente no creo que haya tenido la intención de disparar, Aluk nos estaba protegiendo y por segunda vez recibió un disparo en su brazo, el hombre asustado de lo que había hecho soltó el arma.

El otro hombre le pregunto que diablos estaba haciendo, pero nosotros aprovechamos ese momento para huir, nos adentramos al bosque, ellos habían tenido tiempo de recorrerlo y buscar una ruta de escape.

No sé si ellos lo escucharon pero la monja dijo que nos dejarán ir, ellos regresarían a la aldea y la traerían de regreso y matarían a los indios.

Oh Gil! No sabes lo asustada que me sentí, tenía tanto miedo por ellos, tenía miedo por Aluk en ese momento, ya había recibido dos disparos y sabía en cuánto tiempo podría conseguir ayuda.

Era un viaje en ferry para llegar a PEI  y encontrar ayuda, sabía que difícilmente podría conseguir que nos llevaran, tenía suficiente dinero y me alegré al saber que aún existen personas buenas, un hombre nos vió, dijo que el ayudaba a subir las cargas, que los podía esconder ahí, le retribuí por su ayuda, era lo menos que podía hacer.

Cuando llegamos a PEI inmediatamente pensé en el doctor Ward, se cuan buen hombre es por ti y libre de todo prejuicio, pero recordé que dos días antes habíamos llevado a Jane por fiebre y nos enteramos que estaba de vacaciones.

De ahí pensé que la Tía Jo pero estaba demasiado lejos y Aluk se estaba empezando a poner demasiado pálido y toda su camisa estaba llena de sangre y empezamos a llamar la atención.

Entonces recordé que Roy vivía a unas calles de distancia y recé para que su familia fueran buenas personas y aceptarán ayudarnos.

Oh Gil, sentí tanta desesperación de no saber que hacer, para cuando llegue a la casa de Roy me encontraba llorando, grité para que me abrieran rápidamente.

Explique la situación lo mejor que pude y ellos dieron instrucciones inmediatas a sus empleados para preparar todo.

Gil, creo que después de todo los espíritus afines no son tan escasos como yo creía, encontré espíritus afines en Roy y su familia, estaba tan agradecida y su trato para con ellos fue más que maravilloso, honesto, amable, como todos los seres humanos nos deberíamos tratar, con igualdad y respeto. 

Dieron comida y ropa de la mejor clase tratandolos por lo que eran, sus iguales que merecían ayuda en tiempo de necesidad.

Antes de irme a dormir no pude evitar llorar por todo lo que había pasado y agradecí por todas las personas buenas que nos ayudaron.

Dormí en una habitación de invitados y al día siguiente les comenté a Roy y su familia lo que había escuchado, ellos preguntaron si había manera en la que se pudiera hacer algo.

Y en ese momento se me ocurrió algo, oh Gil, cuánto hubiera deseado que estuvieras conmigo, pero teníamos que actuar rápido, no había demasiado tiempo.

Aluk se negó a quedarse sabiendo que toda su tribu estaba en riesgo, por más que insistimos él y su familia no están dispuesta a separarse.

Los Gardner prepararon todo para que no hubiera inconvenientes y que Aluk viajará lo más cómodo posible.

Los detalles te los daré cuando nos veamos en persona, pero debes saber que nunca he estado más orgullosa de nuestra gente y de cuánto han cambiado.

El día domingo nos presentamos a misa teniendo trazado el plan, al terminar, me paré en frente para desconcierto de todos, Marilla, Matthew, los Gardners los Lacroix, los Barrys y la señorita Stacy a mi lado, les habíamos transmitido la situación antes.

Ni siquiera el ministro pudo contradecir al argumento de ser buenos cristianos y apoyar al prójimo, luchar por el débil y necesitado si estaba en nuestras posibilidades.

Más tarde ese día llegaron para intentar llevarse a los demás niños, pero toda nuestra gente se paró delante de ellos y les negó la posibilidad, el señor Barry siendo cabeza de la familia más importante de Avonlea les dijo que mientras las habitantes de Avonlea lo decidieran ellos no volverían a pisar nuestra tierra ni a llevarse a quienes viven en ellas.

¡Oh Gil! Cuánto deseaba que estuvieras ahí y nos regocijaramos de orgullo por nuestra gente, después de todo la gente si puede cambiar para mejor y en mi mente ya no estará más el prejuicio con el que me recibieron a mi y a los Lacroix, solo veré a nuestra gente como un pueblo unido.

Te extraño con locura mi querido amor, me haces tanta falta.

Sobre lo de tu carta, recientemente Roy viene a esas horas y a veces nos centramos en algún artículo del periódico que vamos a redactar o sobre nuestra competencia de debate, ahora más que nunca necesitamos que nuestro tema sea elegido.

Cuento los días para poder volverte a ver mi adorado Gil, te extraño, lo único que me reconforta es que en unos días volveremos a estar juntos

Tu siempre amorosa, Anne."

El corazón de Gilbert y el mismo soltaron un suspiro de alivio, después de todo lo seguía amando, no lo estaba ignorando deliberadamente, fue un error y él entendía toda la situación.

Recordó que Moody le había dicho que siempre estaban con una libreta anotando y ahora todo tenía más sentido, todo era con fines académicos.

Tomó su pluma y empezó a redactar...

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