Obey Me • GanLink

¿dónde está? • 06

— ¡Princesa, calmese! —pidió Mipha, al borde del llanto, atemorizada.

— ¡¡Sé que lo tienen!! ¿¡Dónde está!? —pregunta la rubia, acercándose de forma amenazadora hacia la zora, quien no quiere hacerle daño.

— ¡Ya le dije que no lo sé! —responde, derramando lágrimas, no puede con la angustia.

La hyliana había llegado recientemente, cegada por la ira de perder a su “amor” fue a dar hacia la región Zora, en la cual, sin vergüenza alguna, exigió saber a dónde tenían a Link. Justamente para su llegada, el rey Dorphan y el príncipe Sidon se encontraban en un paseo por los ríos que dan hacia la Isla Mercay, por lo que la rubia solo pudo encontrar a la princesa Mipha en compañía de sus súbditos.

Zelda sabía lo que deseaba, por lo que no demoró en exigirle a su “amiga” la ubicación del “campeón”. Por obvias razones la rosada intenso no pudo darle alguna respuesta ya que ella tampoco sabía en donde estaba. La princesa no demoró en llevarla a un lugar privado, intentando sobornarla, alegando que entendía que sintiera algo por el hyliano pero que por derecho y decreto real el mismo le pertenecía a ella. La mayor no aceptó nada, repitiendo su respuesta con más fuerza.

El asunto empeoró debido a que la hija del difunto Rey Rhoam venía armada con una daga y se veía dispuesta a usarla si no le entregaban lo que pedía.
Pobre mujer, había caído presa bajo la obsesión y locura.

— ¡¡Por favor, larguese!! —exclamó la antropomorfa— ¡No sabemos dónde está Link, déjenos en paz!

— ¡Haré todo lo que haga falta para que me digas la verdad, maldita Zora! —sus manos son rápidas y está dispuesta a herir a la mayor, quien solo puede gritar por el terror.

Gracias a Hylia, su hermano mayor había regresado al palacio y justamente había alcanzado a escuchar el grito de su hermana, haciéndolo irrumpir en la habitación sin previo aviso, asustando a la rubia, causando que fallase y apuñalara en el pecho a la híbrida de tiburón, quien expulsó un grito de terror y dolor.

— ¡¡Mipha!! —exclamó el mayor, empujando a la rubia hacia un lado, desarmandola— ¡Hermana! ¿¡Qué pasó!? —miró con enojo y decepción a la rubia— ¿¡Qué hace ella aquí!? —volvió a ver a Mipha— ¿¡Dónde está Link!?

— ¿¡En serio no está aquí!? —su voz chillona aturde a los oídos de los otros dos.

— ¡¡No!! —responde hermano mayor, ayudando a hermana a levantarse— ¡No hemos visto a Link desde que lo confinaste en el castillo, por favor, ya larguese!

— Llegamos a pensar que estaba muerto —admite tristemente la tiburón, tocando con dolor su herida, intentando vagamente sanarse, liberando lágrimas de desdicha por sí misma.

La soberana no puede evitar ver con temor la escena, el Zora la mira con odio, pareciera que la fuera a atacar en cualquier momento.
Por un fugaz momento su mente da una señal de cordura, la misma se desvanece al instante, cuando mira con odio a los hermanos, solo para salir con pasos pesados del lugar.

No demora en retirarse de la región Zora, volviendo a su palacio, mientras que todos los Zoras buscan sanar a la sucesora al trono.

Sidon siente que la vida se le desvanece en sus manos, aquel príncipe pierde su sonrisa y sus lágrimas nublan su visión.
Lo inevitable ocurrió a manos de quien menos esperó.