Adore como me sacaba de él casi la punta y luego de como se hundía profundamente dentro de mi. Ambos nos aferramos al otro, el me movía de arriaba a bajo como si pesara menos que una pluma. Ame el palmear de los sexos. Ame mis fluidos chapotear. Los gemidos y quejidos de ambos se escuchaban al unísono rompiendo el silencio del departamento. Comencé a menear las caderas de lado a lado, de adelante hacia atrás y en forma circular, gozándolo con ganas y dándole a su vez de mi cuerpo y pasión hasta desvariar.
Estábamos sumergidos en el extasía pero aún así queríamos más. Las ansias no menguaban. La pasión y el desenfreno crepitaban. Nos abrazamos, nos besamos y nos movimos el uno contra el otro de forma urgente y fiera. Nos unimos recibiendo y tomando. Nos teníamos pero no teníamos calma. Los cuerpos apasionados estaban en frenesí. El sudor se deslizaba como gotas por nuestra erizada y roja piel. El paso si lengua en mi cuello y en mis labios. Devoraba ávido el sabor de mi boca. Se bebía mi saliva y saboreaba sin cesar los labios y yo le daba lametones y chupetones en los labios, en las mejillas y en el cuello. Le raspaba con los dientes la manzana de Adán.
Su cuerpo y el mío, su pasión y la mía se acoplaban a la perfección, es como si hubiéramos tenido sexo muchas veces y supiéramos de memoria donde tocar y a qué ritmo cabalgar. El placer alcanzó la cúspide y llegue a un orgasmo que me dejo sin fuerzas, convulsionando. El alcanzó a sacar su pene de mi vagina que lo estrujaba y succionaba. Me salpico semen en el vientre.
Se abrazó a mi cuerpo lánguido y me dejó apoyada contra el sofá.
Bajo mis manos y pude sentir su camisa y torso empapado de sudor. Su pelo quedó mojado, goteaba sudor. Apego el costado izquierdo de su cabeza en mi mejilla izquierda. Sentí el peso de su enorme cuerpo sobre mi. Me quitaba la respiración por la fuerza con que la me abrazaba. Estando tan agitado y agotado como yo. No pude devolver su abrazo ya que quede sin fuerza.
Como había querido le di todo de mi, no me sentí arrepentida de aquel arrebato.
Minutos después se puso de pie. Me libero de la prisión de sus brazos. Me costaba respirar con él encima de mi. Con una facilidad que envidio me tomo y me alzó en brazos. Rodee su cuello con los brazos.
Me llevo a su cuarto, que es igual que la sala, muy masculina, sin ningún rastro de presencia femenino. Siguió de largo hacia el baño. Por un momento creí que me dejaría en la cama. Pareció adivinar mis pensamientos, me sonrió travieso, besando fugaz mis labios hinchados de tantos besos que me dio. Sentí las mejillas arder de la vergüenza.
- Lyncon: eres adorable, pero créeme, quisiera incluso que te quedes a dormir conmigo esta noche, pero ya tendremos más adelante la oportunidad. Debemos ser por ahora sutiles para no despertar sospechas ante tu familia y la mía. Créeme aún no es tiempo para que se sepa que tendremos un romance
Él tenía razón en cuanto a eso, por otro lado me sentí aliviada y esperanzada de escuchar que no sería aquel el único encuentro apasionado que tendríamos.
Cuando llegue hace un rato a su departamento ni por asomo imaginé que rato después estaría junto a él media desnuda, lo mismo en su baño después de tener sexo.
Solos en su baño él con pericia y paciencia me quitaba prenda por prenda mientras me devoraba con los ojos.
Se desnudó también, sin pizca de recato. Es un hombre confiado en su atractivo. Como el hizo conmigo tampoco pedí detalle de su cuerpo desnudó. Uffff desnudó se ve mucho mejor que vestido. Me mordí excitada los labios.
- Lyncon : ¡no hagas eso!
- Octavia: ¿a que se refiere? ¿Que no haga que (Dije fingiendo inocencia)
- Lyncon: morder tus labios con lujuria y deseo, aunque no creas en el pasado ese gesto qué haces incluso cuando no te das cuenta me pone duro. Me costo horrores mantener la calma y no saltar como lobo hambriento encima tuyo, incluso estando tu familia completa y la mía alrededor
- Octavia: ¿de verdad me deseaba tanto así? (Dije con los ojos incrédulos)
- Lyncon: lo digo en serio. Te deseaba de verdad, te deseaba con una intensidad fiera, te deseaba irremediablemente, creí que me volvería loco por estar apasionado por una jovencita
- Lyncon: Te deseaba incluso sabiendo que estaba mal hacerlo porque tienes la misma edad que mi hija, te deseaba a pesar de no olvidar que eras la mejor amiga de Fernanda
- Lyncon: Te deseaba a pesar de tener presente que se criaron juntas, te deseaba aunque te vi crecer como a ella
- Lyncon: por estos últimos años bajo una constante y cruel tortura por desearte siendo prohibida, me desquitaré
- Lyncon: calmare poco a poco esas ansias, esos deseos, esa necesidad que sentía de ti haciéndate mía, calmare esa angustia saboreando hasta colmarme tus apetecibles labios rojos y lo mismo toda tu piel, pagarás por hacerme esclavo de ti
Me beso sensual, mordiendo mi labio inferior, atrayéndome a su cuerpo desde los brazos que tenía apegados a mi cuerpo. Me atrajo a su cuerpo poniéndome de puntillas. Me sonroje como tomate, porque descubrí que como amante es demasiado directo y sincero.
Mi amor por el floreció. Yo florecí bajo el yugo de su pasión. Mi amor se desbordó fuera de control. Le tuve temor.
Me pregunto cuánto tiempo iba a requerir para que se saciara de mi.
¿Cuánto tiempo de mi vida él tomaría para luego apartarme cruelmente y fríamente de su vida? ¿Que iba a hacer con el amor que me dominaba si me dejaba por alguien más adecuada demasiado pronto? ¿Que iba a hacer cuando me abandonara debido a la presión de nuestras respectivas familias? Nuestros seres queridos jamás iban a consentir que fuéramos amantes.
Además la sociedad tiene demasiados prejuicios delante de una pareja que tiene tanta diferencia de edad como nosotros ¿podría el ignorarlo y elegirme como su pareja de todos modos?
No, más valía hacerme a la idea de que lo nuestro era solo un affair.
Me sentí angustiada y dolida ante la certeza de que lo nuestro no tendría futuro. El no dijo en ningún momento que me quería. Solo sentía lujuria. En cambio el a mi me tenía loca, completamente loca.
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Un Amor Prohibido
RomansaOctavia López tiene 18 años, ha estado secretamente enamorada del papá de su mejor amiga. Ella ha tratado de luchar contra de sus sentimientos, incluso tiene novio, pero al enterarse de que Lyncon Rivera su amor desde adolescente, está divorciado q...