Errores

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El Uchiha condujo a toda velocidad hasta su casa, deseando que no fuera demasiado tarde para que su esposa se diera cuenta de las intenciones iniciales por parte de Toneri y que claramente él tenía algo que ver.

Todos bajaron de sus autos al estacionarse de manera salvaje frente a la casa. Se acercaron a la puerta velozmente al mismo tiempo que intentaban tirarla.

Era difícil, ya que, estaba diseñada para ese propósito, tenía muchos enemigos y no estaba de más poner una fortaleza en forma de puerta para evitar que personas indeseadas entraran.

Con mucho esfuerzo por fin lograron tirarla.

-¡Hina!- Gritó Sasuke corriendo por toda la casa buscándola.

-Teme, mira- Dijo Naruto señalando la ventana de la cocina que estaba completamente abierta, un claro indicio de que había escapado.

-¡Maldita sea!- El azabache corrió hasta su auto. Buscaría hasta debajo de las piedras para dar con su amada Hinata.

Claramente ella ya se había dado cuenta del plan o al menos tenía una idea, ahora solo quedaba explicarle lo que realmente sentía.

Un gran miedo lo invadió al pensar que Hinata podría negarse rotundamente a tener algo con él, por el simple hecho de pertenecer a una organización  como esa.

Por otro lado, la ojiperla corría directo a la estación de policía más cercana mientras intentaba contener sus lágrimas.

Cuando entró a la estación los empleados intentaron calmarla con un poco de agua y le ofrecían un teléfono para llamar.

-Buenas tardes, soy Danzo de la policía de Konoha, ¿hablo con Tenten?-

-Sí, soy yo, ¿qué sucede?-

-Vera, una mujer que corresponde al nombre de Hinata Hyuga esta aquí y necesita su presencia, es una emergencia-

Rápidamente la castaña se dirigió al lugar, ¿qué podía haber pasado para que su amiga con la que hablo hace un par de horas estuviera en ese lugar?

Entró y la llevaron a una oficina donde la azabache estaba llorando desconsoladamente.

-¡Hina! ¿Qué paso?- Se acercó a ella y la abrazo.

-Me quieren matar Tenten- Chillo en llanto.

-¿Quién Hina? ¿Quién quiere matarte?- Se alarmo su amiga.

-La Mafia Japonesa- Siguió llorando.

Tenten se dio cuenta que esto era realmente grave, su amiga no se inventaria algo como eso.

Llamó refuerzos para que las recogieran y poder llevarse a Hinata a al Organismo para abrir una investigación y la chica pudiera explicar lo que pasaba.

Sin embargo, un hombre alto escuchó todo detrás de la puerta.

-¡Hey Fugaku! ¿Qué haces ahí?- Preguntó un policía al castaño.

-Nada, sabes que me preocupa esa chica, se veía muy mal- Mintió.

-Sí, como sea, recuerde que hoy tenemos reunión con los demás jefes-

-¿Puedes cubrirme? Tengo una situación familiar que resolver-

-Como ordene, jefe-

Hinata y Tenten llegaron a las oficinas de Investigación y frente al padre de Ino y otros tipos procedió a explicar todo lo que había descubierto junto a las evidencias.

-Esto es realmente serio, debemos hacer algo- Dijo Asuma.

-Sabes que no podemos, esos mafiosos son más fuertes que toda la policía junta- Explicó Hiruzen.

-Esa chica nos acaba de confirmar que nuestras sospechas eran ciertas, debemos capturarlos- Replicó Asuma.

-Etto... ¿puedo hablar?- Dijo Hinata jugando con sus dedos.

-Dinos-

○○○○

El azabache conducía pero no la miraba en ninguna parte, no podía estar tan lejos.

Madara mandó a llamar a todos a la base para crear un plan y encontrarla, su sobrino se había enamorado y no dejaría que eso se arruinará.

Todos entraron a la oficina del hombre y mientras Shino traía la computadora para ver las cámaras de la ciudad un hombre entro.

-¿Ahora que hicieron, tontos?- Soltó el castaño.

-Papá...-

-Fugaku- Lo miró Madara y le explicó todo brevemente.

-Bueno, esa chiquilla estaba en la estación de policía, ya se la tuvo que haber llevado el Cuartel- Tomo asiento.

Fugaku Uchiha, era el mayor infiltrado en la policía de Konoha, encargado de avisar toda la información que llegara sobre ellos, y al tener el cargo de jefe no se le escapaba ni una.

La decisión final fue esperar a que las autoridades terminaran de entrevistar a la chica y cuando saliera darían con su paradero para luego hablar con ella y explicar detalladamente la situación.

Con pesadez el ojirojo entro a su casa y al no verla se formo un vacío en su estómago, ¿y si ella ya no volvía?

Encendió un cigarro y se sentó en el sofa, la casa que tenían no era muy grande, pero por un segundo se le hizo inmensa.

Tomó su celular y marco al único número que tenía guardado, claro, para asuntos laborales.

-¿Hola?- Contesto un hombre al otro lado.

-Soy Sasuke, la Mafia Japonesa se complace en decirle que ya no nos interesa su trabajo- Dijo tranquilamente.

-¿¡Qué dices, bastardo!? Deben cumplir, están jugando sucio- Gritó molesto.

-Señor Toneri, ¿desde cuando la Mafia juega limpio?- Colgó la llamada.

Se maldijo la hora en la que acepto ese trabajo de mierda, no estaría en esa situación tan miserable de no haberla conocido.

Paro sus sentimientos un momento. ¿Se arrepentía de conocerla? No, claro que no. Ella le había enseñado miles de cosas, como a disfrutar el aroma del café, ver el sol por la mañana y claro, sentimientos que jamás había sentido.

-Perdoname, Hina- Dijo mientras por primera vez en muchos años, derramaba amargar lágrimas con dolor, dolor en el alma.



Trabajo fallidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora