Hijos

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Al día siguiente ambos azabaches se prepararon para ir a trabajar, luego de hacer el desayuno la ojiluna se despidió y salió hasta su trabajo.

Llego y se instalo en su consultorio esperando su primer pequeño paciente y en pocos minutos ya estaba ahí.

-Buenos días doctora Hyuga- Dijo una hermosa pelinegra.

-Buenos días señora Kurenai, tome asiento- Pidió señalando la silla enfrente.

Terminaron de revisar a la pequeña Mirai y todo estaba perfecto. Mientras Hinata terminaba de escribir algo en el computador Kurenai comenzó una conversación.

-Veo que se casó- Comento emocionada la mujer mirando una foto en el escritorio.

-Sí, hace poco- Contesto con una pequeña sonrisa mirando la foto.

-Su esposo es bastante atractivo, seguro un hijo de ustedes será muy guapo-

-¿H-h-hijos?- Preguntó roja como un tomate de solo pensar en un bebé.

-Lamento haberlo dicho, es entendible que no deseen hijos- Corrigió nerviosa Kurenai.

-No no no, no es eso, es solo que... lo imagine- Dijo jugando con sus dedos indices.

Cuando la mujer salió del consultorio la Hyuga se quedo pensando sobre eso. Nunca habían hablado de hijos, ella claro que quería uno pero no sabía si su esposo también.

Que tonta era, pensó la chica, esas cosas se hablan antes del matrimonio no después. No podía perder más tiempo, así que esta noche hablaría con Charasuke.

Por la noche Hinata llego primero como siempre, se ducho y se puso un vestido de tirantes corto para dormir y se sentó a leer un libro.

Pasaron las horas y escucho como la puerta principal se abría y camino hasta allá para toparse con su esposo y un chico de cabello en forma de piña.

-Buenas noches- Dijo Hinata mirando a ese tipo de manera disimulada.

-Buenas noches, Hina, hablemos un momento- Pidió el Uchiha tomandola de la mano y llevandosela al cuarto.

-¿Pasa algo? ¿Para qué es ese abogado?- Miraba confundida a su marido.

-¿Cómo sabes que es abogado?- Pregunto en voz alta.

-Bueno, tiene pinta. Es Shikadai, tu amigo- Explicó la ojiluna con calma.

-Hina, voy a hacer mi testamento y quiero que tú también lo hagas- La tomo de las manos y la miro fijamente.

-¿Ahora mismo? Es que... yo... quería hablar de algo contigo- Bajo la mirada por vergüenza.

-Dime- La miro confundido. Si quería dvorciarse la amarraria a la cama y la dejaría ahí hasta que acabará todo.

-Yo... quiero un hijo. No ahora pero quiero uno- Se llevo las manos a la cara para cubrirse la rojez de la cara.

Por un momento Sasuke quedo en shock por esas palabras, pero no solo por eso, si no porque por un instante le gusto la idea.

-Entiendo. Haz el testamento ahora y cuando tengamos un hijo lo vuelvas a hacer- Explicó con un poco de dificultad.

Ella dudo por unos momentos pero al final acepto y fue a la sala con su esposo y Shikadai.

Comenzó Sasuke dejando a su esposa y demás familiares todos sus bienes, que ninguno era real.

-Hinata, vas tú-

Comenzó a dictar todas las cosas que tenía para dejar pero al llegar al final se  dio cuenta que solo le podía dejar todo a su esposo y amigas, así que dejo algunos objetos a estas.

-Hinata, ¿a quién le dejarás lo que el señor Hiashi Hyuga dejó para ti?- Preguntó Shikamaru, notando que ella había omitido ese dinero.

La ojiperla se quedó mirando un punto muerto en el papel, tenía que pensar muy bien en que haría con el.

Dejaría instrucciones muy claras para que la persona que quedara a cargo hiciera todo como se debía.

-Charasuke- Pidió ella y Shikamaru lo escribió.

-Bueno, eso es todo, yo ya me voy- Dijo Shikamaru poniéndose de pie para irse.

-Espere, quiero una copia- Pidió ella juntando las manos a manera de favor.

Mierda, si le sacaba copia se daría cuenta que hay muchas cosas había cambiado, por ejemplo, el nombre de Sasuke y las instrucciones que dejaba.

Shikamaru y Sasuke se miraron mutuamente y este último tomo ambos y les saco copia en su impresora.

Cuando Shikamaru se marchó Sasuke corrió al cuarto para esconder ambos testamentos en una caja que escondió en la parte de arriba en el closet.

-Charasuke, quiero verlo- Dijo entrando por la puerta.

-Mañana- Dijo Sasuke dándole un beso en la frente y llevandosela a la cama con él.

Ambos se acostaron de medio lado mirándose mutuamente. Al pelinegro necesitaba quitarse sus lentes de contacto para dormir así que en un rápido movimiento apagó la luz.

Una vez que se quito sus lentes los puso en su lugar y se acostó de nueva cuenta.

-Charasuke, ¿tú quieres hijos?- Pregunto la ojiluna tomándolo del brazo.

-Si son contigo claro que sí- Se sorprendió el mismo al haber dicho eso, no solo porque era algo imposible, si no que él nunca quiso tener hijos.

Tener familia en la Mafia no era nada fácil, por su parte su familia siempre había sido dueña y al ser Uchihas nadie se metía con ellos, pero tener familia por fuera sí que era un estorbo.

-Te amo- Dijo la ojiluna dándole un suave beso que fue correspondido y al mismo tiempo se volvió más pasional.

No era correcto pensaba Sasuke, pero no importa, al final terminaría asesinandola así que no había problema.

Mordió el labio inferior de su esposa y al hacerlo el gemido más hermoso sonó por toda la habitación, permitiendole introducir su lengua mientras con otra mano masajeaba un pezón erecto.

Bajo hasta su cuello y empezó a pellizcar el hermoso pezón de su esposa, que cada vez gemía con más libertad.

Estaba a punto de quitarle el estorboso vestido hasta que el celular sonó y ambos se detuvieron.

Hinata se dio cuenta que no era el de ella pero al mirar el que tenía su marido en la mesa de noche también noto que no era a él.

-¿Cuál suena?- Preguntó confundida.

-Deben ser los vecinos- Intento excusarse.

-No, es aquí- Se levantó de la cama y comenzó a caminar en busca del celular pero este dejo de sonar.

Casi al instante el de Sasuke que estaba en la mesa de noche sonó.

-¿Por qué no me contestas Teme? ¿Ya no me amas?- Preguntó Naruto

-Estoy con mi esposa-

-Como sea, ven ya-

-Claro-

-Tengo que irme, surgió algo en la empresa- Explico Sasuke a su esposa.

-¿Tan tarde?- Preguntó mirándolo.

-Sí. Ya me voy, no me esperes despierta- Le dio un beso y salió corriendo del lugar.

Maldito Naruto, para algo tenían micrófonos. Hime casi se da cuenta en donde tenía su celular de "negocios"

Trabajo fallidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora