Trabajo fallido

Boda

Luego de un año y medio planeando planeando diversos planes para verse con ella por "casualidad" el día de hoy se casarán.

No fue nada fácil, esa tipa era un  tímida con él, así que poco a poco tuvo que ir acostumbrandola a él.

Al principio Toneri fue la clave para acercarse a ella y más adelante lo hizo solo, invitandola a comer, al parque, lo que cualquier pareja normal haría.

No podía negar que esa chica era sumamente hermosa y endemoniadamente sexy. Esa carita inocente contrataba con el cuerpo de diosa que se cargaba y no buscaba resaltar.

El hecho de que no tuviera familia era bastante conveniente, hasta que intento presentarlo ante sus amigas. En repetidas ocasiones su equipo se encargaba de atrasarlas para que nunca llegaran al encuentro.

Para su desgracia hoy sí sería diferente, si esas amigas no llegaban a la boda probablemente la Hyuga comenzará a sospechar, no le gustaba admitirlo, pero parecía bastante intuitiva.

-Teme, ¿listo para la boda?- Preguntó su rubio amigo colocándose su peluca negra transformándose en Menma.

-Sigo sin entender porque no solo lo hicimos civil-

-Vamos Teme, el sueño de toda mujer es una enorme boda en la iglesia o al menos el sueño de tu mujer- Dijo molestando al azabache.

-¿Todos estarán disfrazados?-

-Claro, ya todos están listos. Hasta Hidan se vistió muy bien de padre-

-Vamos-

Estaba el azabache frente al altar mirando como Hime entraba con un hermoso vestido de princesa que definía muy bien su figura.

Sus amigos en el fondo le hicieron señas para que llorara. ¿Cómo carajos iba a llorar?

-Pinchate con el lente de contacto- Dijo Shino por el micrófono que todos compartían.

Y por primera vez rompiendo su orgullo disimuladamente lo hizo, se pincho el ojo sacandole una lágrima que las amigas de Hinata tomaron como si fuera de emoción.

-Joven Charasuke, ¿acepta a la señorita Hinata Hyuga como su esposa, amarla y respetarla hasta que la muerte los separe?-

-Acepto- "menos de 6 meses y la muerte ya nos separará" pensó para sí.

-Señorita Hinata, ¿acepta al joven Charasuke como su esposa, amarla y respetarla hasta que la muerte los separe?-

-Acepto- Contesto muy animada con una gran sonrisa que casi conmovió a todo el público.

-Bien, puede besar a la novia-

Ambos azabaches procedieron a darse un tierno beso, para sellar su eterno "amor"

Salieron de la iglesia rumbo a la fiesta que se llevaría a acabo en el salón junto a esta para comodidad de todos.

Se sentaron en la mesa principal donde solo se encontraban todos los más allegados a Hinata y los amigos de Sasuke.

-Mucho gusto Charasuke-san, lamento que no nos hayamos poder conocido antes- Dio la mano Ino saludando.

-Lo mismo digo- Contesto respetuosamente.

-Vaya, siempre que nos ibamos a ver algo pasaba- Aclaró Sakura con pena.

-¿En serio? Que raro- Agregó Temari mirando con extrañeza.

-Sí, de hecho Charasuke-kun y yo siempre hablábamos de que parecía que el destino no quería que se conocieran- Agrego Hinata abrazando el brazo del pelinegro

-Oh, que irrespetuosas. Mucho gusto muchachos- Saludó Ino a los chicos.

-Perdón, yo tuve que haberlos presentado. Él es Menma, mi mejor amigo, Inojin, Shikadai y Shuu- Presento Sasuke señalando a cada uno de sus compañeros.

-Mucho gusto, ¿así que tu eres su mejor amigo?- Preguntó Sakura sorprendida de que ese tipo que se veía tan frío tuviera un amigo.

-Sí- Contestó Naruto fingiendo una voz más grave.

-De hecho, Ino, ¿recuerdas aquella cena a la que me fuiste a dejar? Menma-san estaba ahí- Comentó Hinata con una sonrisa.

-"¿Qué?"- Se preguntaron todos los chicos, esa tipa había visto a Naruto, que estaba perfectamente disfrazado para confundirse con cualquier persona.

-Hina, ¿tú lo viste?- Preguntó Sasuke disimulado.

-Claro, jamás lo olvidaría- Contesto risueña.

-Bueno, mientras traen la comida vamos a la mesa de dulces- Dijo Tenten llevandose a sus amigos del lugar.

-Sasuke... ¡Deshazte de esa perra cuanto antes!- Exclamo Naruto molesto.

-Parece que reconocieron al Narutito- Comentó Sai divertido.

Dejaron pasar la fiesta donde todos parecían disfrutar. El azabache había inventado que sus padres habían muerto al igual que los de ella y así evitar formar un teatro más largo.

Comenzó a mirar entre la multitud y se dio cuenta que la Hyuga no estaba, por suerte, todos eran sus aliados y algunos debían saber donde estaba.

Fue hacia una de sus amigas y le indico que ella estaba en el balcón tomaron aire fresco hace un rato y salió a verla.

Una vez más no podía negar que era hermosa, realmente un angel en la tierra. Había estado rodeado de mujeres bellas, sin embargo, ella tenía algo distinto.

-¿Estás bien?- Preguntó acercandosele a su ahora esposa.

-Charasuke... me siento extraña- Comentó ella.

-¿En qué sentido?- Consulto abrazandola por detrás.

-Como si esto no fuera real- Se dio la vuelta para mirarlo.

-Lo es, ahora soy tu esposo- Le tomo la mejilla y la acarició con ternura.

-Lo sé amor- Puso su mano encima de la de él.

-Tranquila, ya casi termina esto y vamos a casa, te va a encantar- Aclaro el azabache dándole un beso en la frente.

-Te amo, Charasuke- Por alguna razón su corazón se estremeció.

Esa mujer no se esperaba el infierno que le estaba por llegar. ¿Lo merecía?
Tal vez no, pero ¿a él desde cuando le importaban esas cosas?