XIX

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Sesshomaru caminaba otra vez al pozo, aún no perdía la esperanza, se quedó mirando el lugar como tantas veces lo hizo, se volteó hacia los árboles al notar una presencia acercarse, era Rin quien lo miraba alegremente.

-¡Hola amo Sesshomaru!- saludo apenas estuvo junto a el
-Que haces aquí
-Lo vi venir y creí que querría compañía
-Quiero estar solo
-¿Puedo hacer una pregunta?- interrogó tímidamente, recibió un asentimiento por parte del youkai- ¿la extraña mucho?
-¿Que?
-No sé enoje, pero siempre lo veo venir y quedarse un ratito aquí- dijo esperando alguna respuesta o regaño- yo la extraño mucho

Sesshomaru no respondió, tampoco la regañaria después de todo, solo era una niña, miró el pozo y tuvo que cerrar los ojos y volver a abrirlos, ¿esto era una broma?, podía ver el otro lado del pozo, ¡podría volver a cruzar!.

-¿Amo Sesshomaru?- la voz de Rin lo hizo voltear- tiene que ir
-Rin
-Yo estaré bien, la abuela Kaede cuida muy bien de mi, al igual que los demás- dijo mirando el pozo- la señorita también debe extrañarlo, merece ser feliz

Sesshomaru asintió y como gesto de "todo estará bien", acarició los cabellos castaños de la pequeña, luego saltó al pozo y espero hasta encontrarse del otro lado.

Salió del pozo y del templo, y se dirigió a la casa que se encontraba frente a el, no se molestó en tocar la puerta y entró, fue a la cocina y se topó con Naomi, quien estaba cocinando. Cuando se sintió muy observada se volteó y vio al youkai mirándola atentamente.

-¡Sesshomaru!- dijo asombrada- ¿el pozo volvió a funcionar?
-Creo que por una última vez
-Kagome estará feliz de verte- admitió limpiando sus manos en el delantal de cocina- estos años la ha pasado muy mal- podía notar tristeza en sus palabras- pero ahora que estás tu, ella volverá a ser la de antes
-Hmp, ¿dónde está?
-Debe estar por volver- dijo mirando la hora- ¿quieres cambiarte la ropa?
-Esta bien

Como cada vez que venía, subió las escaleras y fue al baño a cambiar su vestimenta, luego bajó a la sala para que Naomi cubriera sus marcas con maquillaje, cuando terminó de arreglarse salió rumbo a las grandes escaleras.
***
Kagome había pasado al colegio por su hermano Sota, debían ir al centro por unas cosas que su madre les había pedido y luego irían a casa, de regreso a casa habían pasado por un helado, hablaban de como le iba en el colegio y de sus nuevos amigos, Sota no mencionaba nada con respecto al sengoku, pues sabia que ese tema aún le dolía a su hermana.

-Dime Sota, ¿hay alguna chica que te guste?- preguntó pícara
-¡He-hermana!- Sota estaba realmente nervioso y sonrojado- pu-pues si...hay una niña que me gusta
-¿Y ya te confesaste?
-¿¡Que!?- llamó la atención de todas las personas que por ahí pasaban, y cuando notó que era el centro de atención agachó la mirada- aún no lo hago, no se como decirle
-Debes ser directo- decía Kagome mientras comía de su helado- es lo mejor
-¿Tu te has confesado?
-No, no alcance- admitió con tristeza- creo que no debería darte consejos de eso
-¿Los extrañas a todos?
-Si, extraño a mis amigos y a los pequeños- respondió mientras pensaba en Rin y Shippo- pero a quien más extraño es...
-Sesshomaru...- dijo Sota deteniéndose
-Si, a Sesshomaru- decía Kagome quedando junto a su hermano
-¡No!- Sota gritó e hizo que ella se girara- ¡Sesshomaru esta aquí hermana!

Kagome lo vio del otro lado de la calle, la miraba atentamente con una expresión que no lograba descifrar, ¿estaría feliz de verla?, esperaba que si, por que ella se encontraba muy feliz de tenerlo de frente otra vez. No sé podía mover, su cuerpo no respondía y en su mente solo estaba la imagen de el abrazandola fuertemente y aquel último beso, ¿el pensaría lo mismo?.

El primero en avanzar fue Sesshomaru, caminaba lenta y decisivamente hacia Kagome, no apartaba la mirada de sus ojos, azul y dorado se miraban atentamente y tenían un brillo especial en ellos.

-Se-sesshomaru...real-realmente estas...aqui- dijo estirando la mano y tocando su pecho, sus ojos se llenaron de lágrimas y sus labios temblaban- como...como es posible...yo...yo intente cada día...y no pude... quería...quiero...-no pudo seguir hablando ya que las lágrimas le ganaron y se encontraba llorando, llevó sus manos a su cara y trató de limpiar sus ojos- cuando...¿cuando volviste?
-Hace unos minutos- fue lo único que dijo y abrazó a la miko, ella siguió llorando y el acariciaba su cabellera azabache, se separó un poco de su lado y se agachó hasta posar sus labios sobre los de la miko, el beso era lento y lleno de amor.
-Ejem...- Sota se hizo notar y ambos se separaron de aquel beso- aún sigo aquí, podrían esperar para hacer eso ¿no?
-Perdon Sota- dijo Kagome limpiando los rastros de lágrimas- es la emoción
-Si, ya lo noté- dijo mirándolos con una ceja alzada- ¿vamos a casa?
-Si- respondieron al unísono

Una vez en el templo Sesshomaru y Kagome fueron al pozo, el youkai le dijo como fue que pudo cruzar, aunque omitió la parte de ir cada día para verificar si podía cruzar, le habló un poco de cómo estaban los demás y también le contó que Rin le insistió que cruzara.
***
Luego de que su amo se fuera decidió volver a la aldea, acompañada de una sonrisa de felicidad y tristeza, era pequeña, pero sabia que era por la felicidad de ambos, también sabia que se había ganado un lugar especial en el corazón de aquel frío youkai, nunca se lo dijo, pero siempre se lo demostró en la manera de cuidarla.

Al volver se topó con Jaken, quien buscaba desesperadamente a su amo, le había contado que se fue a la otra época, pero el pequeño kappa no quería creerlo, ¿cómo su amo podría irse con una simple humana?, aunque debía aceptar que desde que ella se había ido su amo actuaba extraño a su parecer, y también estaba el hecho se volver muy tarde cada día, nunca se atrevió a preguntar por miedo a que lo matara.
***
Kagome se encontraba en el borde del pozo, Sesshomaru le había explicado que no funcionaría y eso causó mucha pena en la miko, no podría volver a ver a sus amigos y a los pequeños.

-¿Por que?- sin mirarlo interrogó al youkai que se encontraba tras ella- ¿por qué viniste aquí sabiendo que no volverías a tu época?
-¿Importa?- respondió con otra pregunta
-Si, si que importa- se volteó a mirarlo con lágrimas en los ojos y con el ceño fruncido- necesito respuestas, por favor, Sesshomaru
-Es simple- dijo avanzando hasta quedar a centímetros de su cara- esto es difícil de decir para mí- dijo mirando los labios entre abiertos de Kagome- te quiero- dijo sin apartar su vista de los ojos de Kagome- me enamoré de ti, no lo quise aceptar, y cuando te fuiste, solo quería que volvieras a mi lado- dijo robándole un beso, la tomó de la cintura y la apretó más contra el

Kagome le siguió el beso, ¿para qué resistirse si ella lo había estado deseando desde hace tres largos años?, se separaron por falta de aire, el dejó un último beso en su nariz y salieron del templo tomados de la mano.

-Estoy feliz- dijo Kagome con una gran sonrisa- me habían dicho que mi destino sería interesante, pero no lo creí
-¿Quien te lo dijo?
-Sonará extraño, pero fue la perla
-Si, es extraño- admitió el youkai
-Lo sé- dijo mirándolo con una media sonrisa- pero resultó ser cierto y me gusta
-Hmp, más te vale
-Y pensar que todo comenzó con simples encuentros- dijo robándole un beso- te quiero.

FIN.

Encuentros y otro destino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora