Chapter three: First day "The light is born!"

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Entonces Dios dijo:

 "¡Que haya luz!"

Y hubo luz

Génesis 1:3



Jeongin no es una persona rencorosa, nunca lo ha sido de hecho. Mas sigue siendo humano y cada tanto en él se siembra esa semillita de odio que hace que mire con descontento ciertas personas que no cumplen con sus ideales. Con el mentón en alto y sus ojos observando desde la cima a quien desea tener en la mira, y es diferente a cuando su cuerpo y mente buscan atención, ahora sólo analiza a la posible persona que será odiada.

Casualmente la misma por la cual su amigo se desvive observando y persiguiendo, y Jeongin siente celos, le repugna admitirlo; son arcadas que lo atacan y le juegan bromas pesadas porque el vómito nunca aparece y termina siendo un simple eructo.

La roja manzana que robó hace minutos resplandece ante los rayos que por las ventanas abiertas se aventuran, en su apasionante color su rostro se refleja, mas sus ojos mantienen la atención en cierto rubio que sostiene con ambas manos dos enciclopedias, y sus rodillas desnudas sangrando sobre una alfombra de granos de maíz. Sin embargo, su rostro sereno no exhibe el sufrimiento y el cansancio por el que es sometido debido a un error.

Cómo lo disfruta, en serio lo hace.

Disfruta ver al mismo tipo que se presentó ante sus ojos como un Don nadie hago lo que quiero cuando quiero y por eso deben de tenerme miedo. A Jeongin le da asco, como la mayoría de las cosas que lo rodea; estar asqueado debería considerarse una personalidad, la suya obviamente.

—Creí que no te interesaba.

—No lo hace.

—Fuiste tú quien caminó hasta aquí únicamente para verlo a él ¿No crees que Sunwoo se pondrá celoso?

Jeongin muerde la manzana y tan jugosa es ella que salpica las comisuras de quien tiene a su lado, Lee Minho. Se equivoca, no le interesa el nuevo, simplemente lo odia y es grato ver su sufrimiento. Mas es un desperdicio de tiempo verlo y que no demuestre dolor siquiera por el maiz clavándose en sus rodillas ¿Acaso era un tipo de ser poderoso?, que callen a los perros porque puede que ante sus ojos se encuentra el perfecto mesías siendo cruelmente castigado por un error, el enviado de Dios a traer paz y la restauración del reino en la tierra nuevamente es condenado.

—Sólo que esta vez no fueron las blasfemias... Sino por estúpido...—piensa en voz alta con la fruta en la boca y sus ojos clavados como estacas en cada milímetro inexpresivo del ser. A su lado, Minho lo observa sin replicar nada acerca de las ocurrencias fueras de contexto que Jeongin suele murmurar desconectado con el mundo real, será la costumbre de estar rodeado de psicópatas que cada tanto se detienen porque juran escuchar a las gárgolas hablar.

Aquellas esculturas de piedra siniestros que a los herejes y seres malignos les recuerda que la casa de Dios está bajo el cuidado divino. Así que no debe sorprenderse si hablan con los internos siendo estos buscadores del camino correcto a ser perdonados.

—¿Por qué está castigado? Parece disfrutarlo.

—Rompió un cuadro de la virgen María. Creí que iban a hacerlo caminar por todo el internado llevado el peso de la Vera Cruz. Me siento un tanto decepcionado.

Good Boy [Hyunin] PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora