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Capítulo 152

Incluso cuando llegó al frente de la casa, la joven no lo notó. Estaba pelando la batata en serio. La batata debe estar muy caliente, ya que ella cambiaba de mano de vez en cuando para soplarla.

Cuando el paraguas negro cubrió la parte superior de su cabeza, la joven de repente miró hacia arriba. La expresión de su rostro se convirtió en sorpresa después de un momento de conmoción. Con una voz fresca y dulce, dijo: "Tercer Maestro, ¡no te fuiste!"

"¿Me estabas esperando?" La voz de Jun Shiyan era ronca. Al ver la dulce sonrisa y los ojos llorosos de la niña, su corazón se derritió instantáneamente.

"Te daré algo rico para comer". Ling Sheng se llevó la batata que tenía en la mano a la boca como si estuviera presentando un tesoro. Sus ojos brillaron cuando dijo: "Tienes mucha suerte. Viniste justo después de que lo pelara ".

Su corazón se llenó instantáneamente en el momento en que lo vio.

Entonces... no se había ido sin despedirse.

Jun Shiyan no tomó la batata. Sus delgados dedos agarraron la hermosa muñeca de la joven y su voz estaba llena de dolor. "Vamos a comer cuando entremos".

No sabía cuánto tiempo había estado en cuclillas bajo el techo, pero su ropa se había mojado debido a la suciedad. Su largo cabello también estaba mojado, y había gotas de agua cristalina en sus pestañas. Se veía suave y adorable, lo que hizo que le doliera el corazón.

Ling Sheng asintió apresuradamente. "Si hubieras vuelto más tarde, habría terminado de comer. Te aseguraste de volver justo a tiempo, ¿verdad?

Jun Shiyan negó con la cabeza. "Si hubiera sabido que vendrías aquí, no habría salido".

El corazón de Ling Sheng dio un vuelco. Para disimular el hecho de que había perdido la compostura, recogió la palangana con calma. "¿Entonces que hiciste?"

¡Oh no!

¿Y si se burlaban de ella?

¿Los viejos eran tan buenos coqueteando?

"Conocí al líder local. Estoy planeando donar dinero para reparar la carretera ". Jun Shiyan tomó la palangana de la joven y frunció el ceño ligeramente cuando vio lo que había dentro. "¿Es este gran mijo?"

Ling Sheng negó con la cabeza apresuradamente y le dio una sonrisa misteriosa. Como un pequeño zorro, tomó un palo dulce. "No es un gran mijo. ¡Es algo bueno! "

El dúo entró en la casa.

Jun Shiyan inmovilizó a Ling Sheng en el sofá y se secó las manos sucias con un pañuelo húmedo. Luego, le secó el cabello a fondo con un secador de pelo.

El corazón de Ling Sheng latía salvajemente. Las suaves acciones del hombre hicieron que su corazón picara. Sus oídos se sentían calientes y miró ligeramente hacia arriba. En voz baja, dijo: "Tercer Maestro".

"¿Si?" Jun Shiyan alargó la palabra. Su voz profunda era ronca, pero increíblemente sexy.

Ling Sheng no pudo evitar tragar. Cuando vio el cuello delgado del hombre y su nuez rodando, se le secó la garganta. "Estoy bien. No estoy mojado ".

"No te muevas". Jun Shiyan hablaba muy en serio. Tocó su suave frente ligeramente y dejó escapar una risa baja. "A esto se le llama tomar precauciones".

El corazón de Ling Sheng estaba una vez más en el caos. Sus ojos negros lo miraron mientras abría la boca, sin saber qué decir. "¡Bueno!"

Jun Shiyan miró el adorable rostro de la joven obediente. Tenía muchas ganas de abrazarla. ¿Cómo podía ser tan obediente y adorable?

Cuando su cabello estuvo seco, Ling Sheng se quitó los zapatos y se sentó con las piernas cruzadas en el sofá, masticando un dulce palo. Luego se lo dio a Jun Shiyan. Sus ojos se entrecerraron en hermosas medias lunas, su rostro lleno de anticipación. "Tercer Maestro, pruébalo".

Jun Shiyan miró la marca de la mordedura de la niña en la parte superior del palo. Fue muy adorable. Sus ojos se iluminaron cuando dio un bocado. "Es dulce."