Infiltrado || Yoonmin

Cap. 12

Vuelvo por el mismo camino que vine antes siempre teniendo cuidado de que nadie me vea.

Este pasillo era más iluminado que el anterior por las ventanas que habían y la luz de la luna entraba por él, por lo que me facilitaba más poder ver a lo lejos. Mi paso era lento pero seguro, siempre mi vista hacia adelante y unas pares de veces hacia atrás.

Cada vez me iva acercando más y más al final de este pasillo pero no podía oír nada al final de este, de pronto a mis espaldas escucho alguien acercándose pero no tenía donde esconderme así que busco rápidamente algo en donde lo pueda hacer y veo una escalera por la pared que daba hacía el techo donde tenían postes, entonces vuelvo a guardar mi arma rápidamente y subo la escalera lo más rápido posible y me prendo de uno de los tirantes que había y me subo en ella.

El sujeto cruza sin darse cuenta de mi presencia allí arriba y cuando quiero bajarme se acerca otro más.

– Hey viste a Lucheng? Le hablé por el radio pero no contesta – el sujeto se da vuelta para mirarlo pero niega ante la pregunta.

– Donde se habrá metido, lo está llamando el jefe – me comenzaba a sentir incómodo aquí arriba, el subir rápido y tratar de no caer, sumado a que apenas logre acomodarme de una forma para no caer me estaba ya molestando. Traté de mover mi pie para acomodarme mejor pero en eso unos pedazos de madera podrida caen al suelo.

– Qué fue eso... – vi que sacó su arma y se dirigía hacía la dirección en donde estaba, entonces yo a la vez saque mi arma a la par de él, me ubique mejor y apunte hacia él, cuando me lograra ver yo iva a dispara.

Conforme se acercó más y más, yo ya estaba preparado, el hombre apuntaba hacia arriba y caminaba lentamente, prestando suma atención a cualquier ruido y/o persona. Al momento en que logra verme, antes de que pegara el grito disparé a su cabeza y rápidamente a la de su compañero, logrando matarlos a los dos.

Bajé rápido como un rayo de luz y apagué sus radios, luego los arrastre hacia una esquina; con este ya eran a 3 los que iva matando y todavía no me los cruzaba a ellos.

Seguí con mi camino pero con un paso más ligero, el tiempo se acababa y todavía no terminábamos con todos. Me dirigí hacia el pasillo que daba hacia la derecha, entré y al final de este, a lo lejos pude ver a otros dos hombres armados. El pasillo era oscuro por donde iva así que no lograron verme cuando me crucé hacia la otra pared que me guiaba hacia otro pasillo donde los podía atacar por detrás.

– Max me oyes? – el radio.

– Sí, qué paso?

– Encontré a Lucheng muerto, alerten a los demás.

– Entendido. Adelantate, ve por allá – justo en donde estoy – Hay gente merodeando el edificio, estén alertas, uno de nuestros hombres está muerto. – Escuché decirlo.

El hombre comenzaba acercarse a mi entonces yo vuelvo a tomar mi cuchillo para evitar hacer más ruido con el arma y me preparé. Al doblar por el pasillo lo sorprendo dándole un golpe que lo hace retroceder y tumbar su arma, aprovecho este movimiento para acercarme a él y clavarle el cuchillo en su abdomen pero él me esquiva y me da otro golpe por la espalda, logrando que yo tire del cuchillo y me tome por el cuello haciéndome una llave.

Sentía que me comenzaba a faltar el aire así que coloco mi pierna por entre medio de la suya y logró hacerlo caer. Me reincorporo rápidamente y me tiro sobre él agarrándolo del cuello haciendole una llave tal como me lo había hecho. Sujeto con todas mis fuerzas, él comienza a dar patadas al aire y trata de zafarse de mí pero no lo logra, al cabo de unos minutos deja de hacer fuerza y comienza a quedarse inmóvil. Lo suelto y tomó su pulso pero ya no lo tenía, estaba muerto. Hice lo mismo que a los otros, lo corrí del camino y apagué su radio. En eso escucho pisadas a mi derecha y saco mi arma dispuesto a disparar pero eran ellos.

– Tranquilo somos nosotros... – me levanta el brazo el rubio indicando que eran ellos. Se acercan a mi y yo bajo el arma – te encontramos siguiendo el rastro de muertos que dejaste.

– Bien, cuánto queda todavía?

– Tenemos unos 20 minutos todavía – me indica.

– Esta bien, con cuántos ya se han encontrado? – siguiendo el orden de la cantidad que había dicho ese sujeto, creía que no quedaban muchos. – Con 4 ya y tú?

– Este es el cuarto – y pateé al que estaba a mi lado, ellos lo miraron y después a mi otra vez – bueno sigamos – me adelanté – oye!

– Que?

– Te puedes dignar de usar el maldito radio que te puse para decirme cuantos van?

– Cierto, lo olvide – todos me estaban prestando atención a mí que estaba ya a tres metros de distancia pero no se dieron cuenta que había un sujeto detrás de ellos a punto de dispararles. Levante mi arma y disparé, la bala pasó por entre medio del rubio y Taeyong, los mismo se dieron la vuelta y lo vieron caer al piso.

– Apaguenle el radio! – indiqué y salí de ese lugar. Ahora me tocaba ir por la izquierda.

Aún quedaban 10 sujetos por este edificio, de los que teníamos que librarnos.

Me fui al ala izquierda y entre en otro de los pasillos con rapidez pero sigiloso, volví a recargar mi arma porque me estaba quedando sin balas y me adentre a un salón que tenía poca iluminación, por suerte no había nadie así que me subí a la escalera que daba al segundo piso. Al subir distingo a lo lejos uno de esos hombres y me encamino hacia él sin hacer ruido, sacó mi cuchillo una vez más y hago lo mismo que hice con Lucheng.

Hice lo mismo con otros tres sujetos que me crucé y faltaba el último porque me había avisado el rubio que ya se habían librado de los cuatro tipos que faltaban y me quedaba el último que estaba a no más de 15 metros de mi. Como estaba en altura saqué mi arma y apunté.

– Ch ch – lo llamé y este me buscaba pero no lograba verme – aquí... – hasta que logró verme y antes de que pudiera dispararme, lo maté. – Estas? – pregunté esta vez por el radio.

– Si te oigo, que pasó?

– Ya está, nos vemos en la salida.

– Te esperamos aquí.

Guarde mi arma ya relajado y bajé las escaleras para irme hacia afuera, no sin antes buscar mi bolso que guarde en el pequeño armario. Una vez que salgo con mi bolso cargado en mi espalda los veo fuera de la puerta esperándome.