Mei no tenía planes de matrimonio hasta que por azares del destino sus padres decidieron comprometerla con el jugador número uno en Voleibol masculino juvenil.
¿Cómo te sentirías si un día despiertas encontrando a un chico alto y de complexión musculosa sentado en medio de tu sala de estar con su madre acompañados por tus padres hablando sobre un contrato nupcial?
En ese momento no sabía qué hacer o qué pensar al respecto, solo tenía 15, estaba en mi primer año de preparatoria y ese chico que era un año mayor que yo solamente asentía con la miraba sería aceptando todo sin problema alguno.
"¿Acaso no tengo elección?"
Fue lo que formuló mi mente en ese momento. Mis padres creyeron que pasaría mi vida sola al morir ellos, siempre se me ha hecho difícil hacer amigos, no suelo socializar ya que no quiero salir lastimada y por eso ellos pensaron que era lo mejor para mí.
Pero lo cierto está en que esa antigua amiga de mi madre y ella hicieron una promesa de que sus primeros hijos se casarían en un futuro.
Pasado el tiempo de esa promesa, las amigas se reencontraron, hablaron un tiempo, salían más a menudo, sus maridos solo se juntaron en ocasiones hasta que ella se divorcio quedando con la custodia de su hijo para hacer sufrir al hombre y hoy... Hoy quiere pagar toda su tristeza y soledad conmigo.
No es mi culpa de que no fuera una buena esposa, pero al ver a ese chico que conozco por estudiar en la misma escuela supe que estaba perdida.
Y aquí estoy ahora, ha pasado un año desde aquel acuerdo. Ushijima y yo no somos los mejores amigos pero tampoco somos los peores enemigos. Me convertí en la Manager del equipo ya que le gane en una pequeña apuesta al competitivo y terco entrenador del equipo.
Sonreí con victoria aquella vez pero ahora que estoy aquí sirviendo las botellas, dando las toallas, recogiendo los balones y poniendo los chalecos a secar me doy cuenta que mis pies me trajeron aquí solamente para estar cerca de él.
Ushijima Wakatoshi logró cambiar mi punto de vista en un año, pese a su actitud seria e indiferente para algo más que no sea el voley, mi corazón se acostumbró a estar cerca de su presencia.
—Nee~ Mei-chan.
— ¿Qué quieres Tendo? —Bufé, a veces es fastidioso estar tan cerca de él ya que siempre descubre mis sentimientos.
—Veo que te levantaste con el pie izquierdo hoy.
—Ya déjate de juegos y habla bakayaro —gruñi lanzándole la toalla a la cara furiosa.
—Ya, ya, no te enojes —dijo moviendo sus manos de manera relajada.
—Es imposible cuando se trata de tu ingrata presencia, baka~ —me burle.
—Mei-chan qué cruel... —exclamó con fingida dolencia.
Estuvimos un rato así hasta que el silbato sonó captando nuestra atención, el pelirrojo se alejo de mí no sin antes darme un papel.
Lo abrí para descubrir qué era lo que quería decirme:
Arrugue la hoja apretando los dientes, debí suponer que algo así pasaría tarde o temprano, suspiré terminando de acercarme al equipo. Una de las condiciones que yo propuse es que nadie se enterara de lo que sucede, además, Ushijima siquiera lo intenta.
No es como si casarme a la fuerza fuera bueno, pero al menos me gustaría ver una iniciativa de su parte que no sea solo demostrada al voley.
¿POR QUÉ EL AMOR ES TAN DIFÍCIL?
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Holaaaa he aquí un nuevo fanfic, quería empezarlo desde hace un ratl pero no me ha dado tiempo. Ya que tuve algo de inspiración decidí traerles esto.
Espero que les guste, haré spam de esta historia y de las que menos vistos tengas así que estamos al corriente.
