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Una semana después de haber pasado por una cruel tortura de no ver a su prometida, Wakatoshi realiza los estiramientos para volver a entrenar, le toca quedarse hasta más tarde por haber sido castigado por el entrenador.

Estaba intranquilo, ___________ no faltaba a clases, no sabía si asistía a los entrenamientos, solo respondía a sus mensajes y llamadas por un momento diciendo que estaba ocupada colgando después el celular.

¿Qué le inquietaba? ¿Por qué actuaba de una forma tan rara? ¿Será por lo que hizo el otro día? Es su prometida, es normal que se besen. La verdad del asunto era que él ya no podía reprimir, ya no podía seguir reprimiendo lo que sentía por ella. Aunque, muy en el fondo dentro del uso de razón le gritaba, ¿si no fuera por el contrato tendría estos mismos sentimientos? Eran palabras que ser dichas por sus subconciente lo dejaban aturdido.

En medio de la conmoción que sentía, alguien entra al gimnasio llamando su atención. Sabía quién era, esos ojos y larga cabellera castaña resaltan su belleza femenina muy bien le pareció algo extraño verla en la cancha de hombres cuando ellas tenían su propia cancha.

—Ushijima-san —llamó la joven capitana del equipo femenino de voleibol con voz suave—. ¿Quieres salir conmigo a un partido expositorio este fin de semana? —Preguntó claro y conciso, muy segura de si misma.

Wakatoshi no entendía muy bien el tema de las citas, no cree que sea mala idea siempre y cuando eso le ayudara con la azabache, así que solamente asintió a modo de respuesta dejando feliz a la arrogante castaña sin tener la menor idea del infierno que desató.

— ¡Te veré el sábado a las ocho! —Chillo emocionada—. Si llegas tarde me enojare contigo.

Tan rápido como vino se fue dejando que siguiera con lo suyo. No había llegado nadie del equipo aún pero lo que no se dio cuenta el capitán fue que cierta chica recién llegada había visto como esta entro sin darse cuenta que estaba ahi escuchando la propuesta. Por inercia, su cuerpo se movió antes de que siquiera escuchar la respuesta, pero algo muy dentro de ella le gritaba que le habia dicho que si.

El capitán del equipo podía salir con quien fuera, ¿no es así? Estaban unidos por un simple papel sin sentimientos de por medio, ¿verdad? Solo tenía que ser eso, entonces porque... ¿Por qué sentía que el pecho le doliera como si pudiera quemar?

Mei apretó sus labios sintiendo otra puntada esta vez un poco más fuerte. Llevaba días evitandolo porque se estaba cuestionando así misma sobre si era esto lo que quería para su vida. ¿En verdad le gustaba Wakatoshi? ¿Esto era lo que sentias por alguien que te gusta? Si asi era no le gustaba nada, porque le daba más miedo, hacia que se preguntara una y otra vez si era suficiente para el jugador nº1 de la prefectura o si ella solo estaba siguiendo los mandatos de una señora que quería chupar el dinero que su familia poseía al estar quebrada.

Mei se replanteo la pregunta mientras iba caminando una y otra vez en su cabeza sintiendo las inmensas ganas de llorar de solo sentirse de la peor manera posible. La capitana del equipo femenino no era la persona más agradable en la escuela a su parecer. Claro que era hermosa, increíblemente talentosa pero extremadamente arrogante con complejos de superioridad. Siempre encontraba una manera de molestarla cada vez que la veía, nunca le ha hecho nada, es un grado mayor pero siempre que la topaba por el camino en la escuela se encargaba de hacerle la vida a cuadritos. Entonces, en sus cinco sentidos !no podía concebir la idea de que el idiota grandullón del equipo estuviera fijado en ella!

Con paciencia masajeaba sus cienes, debía ser el cansancio acumulado lo que hacia que se pusiera de mal humor y cuestionarse si era suficiente para estar con alguien tan fabuloso e importante como Ushijima Wakatoshi.

Comprometida | Wakatoshi UshijimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora