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Despertó en su habitación algo perdida. Sentía su cuerpo más liviano que siempre y el lugar transmitía calidez.

—Ah...¿Y yo que hago aquí?

Era su habitación... Pero muy diferente.

Todo se veía extraño como si su vista le jugara una mala pasada y tampoco recordaba nada antes de despertar.

Se levantó de la cama para salir directamente al pasillo y escuchar voces de la sala. Con cautela se dejó ver para encontrar a sus padres y él.

Sorprendida por su presencia, se acercó con ese sentimiento pesado dentro de su garganta, evitando que dijera alguna palabra.

Sin querer se dejó llevar por su encanto haciéndola caminar al centro del lugar.

—Alguien vino a saludar Myunnie. —Dijo su madre.

Se le hacía raro que no dijeran nada por presentarse recién despierta y con pijama aún.

Regresó su vista al apuesto joven quien se levantó algo serio. Como si fuera involuntario, tomó sus manos y ella habló.

—¿Las cosas pueden ser como antes?... Lo siento

Él con un leve asentamiento de cabeza besó su mano para susurrar suavemente.

—Yo te perdono solo si estamos juntos. —Terminó con una sonrisa que la desconcertó.

Mágicamente sus padres no estaban y le era difícil mirar al rededor, su atención estaba tan centrada en el joven que le pareció extraño.

—Tu nunca dirías eso.

Negó observando como se acercaba con intenciones de juntar sus labios. Cerró los ojos lentamente imitandolo hasta que se le vino un pensamiento a la mente haciendo eco en ella.

“Estoy soñando...”

...

Exaltada se incorporó en su cama recordando todo.

El cansancio la atacó haciéndola recostarse mientras se quejaba golpeando su cabeza contra la almohada

—No otra vez..—Suspiró mirando el techo.

Era la tercera vez en una semana, casi tres días seguidos soñando con él y sin mencionar todo el año cada mes su subconsciente traía a colación varios recuerdos torturándola.

A veces despertaba queriendo agarrar su teléfono, escribir o llamarle para verlo y remediar las cosas. Obviamente no esperaba nada fuera de lo normal pero al menos así acabaría con esos sueños tan agotadores. Pocas veces se exaltaba de esa manera pero era molesto experimentarlo.

Tomó su celular para ver la hora.

7:45 A.M

Debía levantarse para ir al gimnasio.

Pero era difícil sacar ese sueño de su mente.

Era inútil después de todo, se rehusaba a llamarle aún cuando lo hizo con sus dos ex mejores amigas.

¿Por qué no se daba una oportunidad nuevamente?

Irritada decidió poner su ropa para ejercitarse y alistar el pequeño bolso con lo necesario antes de salir y tocar al cuarto de su hermano con el fin de abrir la puerta y avisar que fueran juntos a ejercitarse.

Our Fault.¹ |Kang Taehyun|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora